Se acaba 2021, el año que arrancó con personajes sacados de un tablero de Jumanji asaltando el Capitolio de Estados Unidos y ha acabado con ómicron convirtiendo, ahora sí, al coronavirus en una gripe. Hemos tenido pandemia, erupciones volcánicas, Filomena y la sensación continua de haber profanado un cementerio indio. Hoy hago un repaso al 2021 en tweets, un año que ha sido prolífico en golpes de Estado. Mi favorito fue el de Myanmar, que fue retransmitido en directo a través de una clase de aeróbic en Youtube.
2021 ha sido el año dos de la pandemia, el que ha creado la primera minoría que no goza del cariño de la izquierda: la de los antivacunas, esos seres de luz convencidos de que nos están inoculando microchips para controlarnos, como si no llevásemos ya un móvil con Google, micrófono y GPS en el bolsillo. Ha sido el año del fin del estado de alarma, de Delta y de ómicron, esa mutación que, como explica Paz Padilla, regatea la proteína Spider cambiando por completo al virus de Luján y entrando por las ventanas que tenemos abiertas por consejo de Fernando Simón.
Ha sido un año tan raro que se se han disputado la Eurocopa y los Juegos Olímpicos del año pasado, unos juegos más bien sosos donde lo más destacado fue la espantada de Simone Biles, volviendo a poner el foco en la salud mental, uno de los trending topics del año. Tuvimos también la Superliga de Florentino, que duró sólo dos días pero le dio de sobra para convertirse en la competición más emocionante del año. Ha sido también el año de la confirmación de El Chiringuito como producto emergente de ese neorrealismo que inauguró Sálvame.
Los fenómenos televisivos del año han sido El Juego del Calamar, una serie surcoreana inspirada en Corea del Norte, en la que una serie de personas son encerradas en un lugar y obligadas a obedecer unas normas bajo la amenaza de ser ejecutadas, y No mires arriba, una película inspirada en la erupción del Cumbre Vieja, cuando un palmero, al ver un volcán entrar en erupción a 50 metros de su casa, declaró “Hay tiempo de comer, hay tiempo de comer sin problema”.
En política, ha sido el año del regreso de los talibanes, de la gira de despedida de Merkel, del ‘comunismo o libertad’ y del corte de coleta de Pablo Iglesias.
Y si tu 2021 ha sido malo, piensa en el tipo que de despistó mirando WhatsApp mientras navegaba por el canal de Suez y dejó el barco encallado, bloqueando durante días todo el tráfico mundial de mercancías.
