La red de concesionarios de automóviles en España vendió el año pasado más de 1,3 millones de turismos en un ejercicio que supuso un 7% de incremento de ventas respecto a 2017 y un aumento de la facturación, sumando ventas, recambios y talleres, en casi un 9%. A pesar de ello, por primera vez en cinco años la rentabilidad bajó hasta el 1,7%, en parte por la entrada en vigor de la norma WLTP que impulsó una bajada de precio en buena parte del stock.
Pero este año, en plena caída de ventas que acumula desde junio del año pasado un 12%, la patronal de los concesionarios Ganvam ha señalado que la red comercial cerró el primer trimestre del año con una rentabilidad media del 0,7%, que al final del año se podría quedar cerca del 0% en un sector, el de la distribución de vehículos, que tiene 300.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, muchos de ellos en peligro sin el mercado mantiene la tendencia bajista.
El nuevo presidente de la asociación, Raúl Palacios, ha alertado sobre la "caída libre" que vienen acumulando las ventas de vehículos este año, principalmente por la incertidumbre que se ha creado sobre la continuidad de los motores de combustión convencional. Palacios ha señalado que es necesario adoptar medidas de forma urgente, pues el sector de la distribución automovilística lleva diez meses consecutivos de caída en las ventas y con un descenso acumulado en el año hasta junio del 12%.
Ha advertido de que si no se hace nada, se puede prever un cierre de año "bastante catastrófico", con una caída estimada de las ventas del 3 %, como mínimo, en el año. "Tenemos que actuar y hacer algo para frenar esta caída", ha dicho Palacios, que ha expuesto una serie de propuestas para parar esta tendencia, entre los que está la puesta en marcha de incentivos para el rejuvenecimiento del parque automovilístico.
Propuestas para la recuperación
En este sentido, ha citado el plan de achatarramiento que se ha puesto en marcha en el País Vasco, que en menos de dos meses permitió achatarrar 2.400 vehículos y con el que las ventas han repuntado en esa comunidad autónoma, mientras en el conjunto de España han seguido cayendo.
Palacios ha dicho que el coche que contamina no es el que está en los concesionarios, sino el que está rodando, pues un 62 % del parque automovilístico español -el más antiguo de Europa después del de Grecia- tiene más de diez años. También ha advertido de que "van a empezar a desaparecer puestos de trabajo" y ha afirmado que la renovación del parque automovilístico se puede hacer con los miles de vehículos que se hacen en las 17 fábricas que hay en España.
Por otro lado, ha lamentado los mensajes que se están lanzando desde las administraciones, entre ellas el Gobierno central, que están consiguiendo el efecto contrario al que se pretende, y ha señalado que el vehículo eléctrico sigue siendo "elitista" y no está al alcance de todo el mundo.
También ha demandado un cambio en la fiscalidad y ha dicho que Ganvam defiende que desaparezca el impuesto de matriculación y se transforme, de forma que grave el uso del vehículo y no la cilindrada y la potencia como ahora para que se grave al vehículo que "realmente contamina".
Además, ha dicho que el mercado vive en una nueva realidad, con la extensión de la venta online, la introducción del vehículo eléctrico, los vehículos de uso compartido y los cambios en el comportamiento del consumidor.
Unos cambios soportados por la rentabilidad de los concesionarios, ha señalado Palacios, que ha recordado que gran parte de la rentabilidad de la red comercial depende del fabricante, ya que recae sobre los rápel que ponen las marcas de forma unilateral.
Órgano regulador externo
Por eso, Ganvam demanda un órgano regulador externo, creado por la Administración, que vele por la equidad en las relaciones entre el fabricante y la red comercial, a fin de que haya unos criterios lógicos de asignación de objetivos, entre ellos de ventas.
Ha añadido que la Administración se tiene que dar cuenta de lo que es la distribución automovilística y la cantidad de puestos de trabajo que supone (300.000 entre directos e indirectos) y su aportación al PIB, que es del 9 % y ha reconocido que sin Presupuestos ni gobierno es difícil que se puedan poner en marcha las medidas que propone Ganvam.