Ponerse a los mandos de un turismo y dedicarse a manejar nuestra tablet o a leer el periódico mientras que el coche nos guía por sí solo al destino elegido forma parte de un futuro cada vez más próximo. Tanto que Volvo tiene ya tan avanzada la tecnología que dispone de varias unidades de su berlina S60 circulando de forma autónoma en Gotemburgo (Suecia), por recorridos en los que el conductor no llega a intervenir en ningún momento sobre el funcionamiento del coche.
Exteriormente apenas presenta diferencias frente a un S60 estándar, y sólo la presencia de antenas en la parte superior permiten adivinar que no se trata de una versión de estricta serie. Analizándolo más en profundidad, descubrimos que incorpora diversos elementos como una cámara, un radar y sensores, similares a los empleados por la marca en sus actuales sistemas de ayuda a la conducción. Las antenas forman parte del sistema de navegación específico para este modelo, uno de los aspectos sin duda más relevantes por cuanto todo el desarrollo está basado en saber metro a metro por dónde circula el vehículo.
Con el desarrollo actual, el S60 `Drive Me´ es capaz de circular de forma autónoma por los alrededores de la ciudad de Gotemburgo, en Suecia, a una velocidad limitada a 90 km/h. Basta iniciar la marcha y conectar el sistema –en el cuadro de instrumentos queda reflejado que circulamos de forma autónoma, aunque requiere de la supervisión del conductor– para que el S60 circule leyendo las señales de límite específico de velocidad adaptándose a ellas. Los sensores van instalados en la zona delantera, aunque tanto el número de ellos como su ubicación no son definitivas, pues el proyecto contempla diseñar una especie de escudo alrededor del coche para poder monitorizar el entorno segundo a segundo.
Es todavía un prototipo, pero el camino está muy avanzado, y Volvo espera tener una flota de 100 unidades que estarán en circulación por las calles de Gotemburgo de aquí a apenas tres años, en 2017. Contarán para el desarrollo con diversos conductores que utilizarán en sus trayectos diarios varias unidades de este prototipo, principalmente por carreteras de circunvalación a velocidades medias. Porque en ciudad, en Volvo creen que la conducción autónoma tardará incluso algo más que en sus alrededores, fruto de las numerosas variables que pueden llegar a influir.