Motor

La compra de derechos de emisiones, solución de las automovilísticas para evitar las multas

Los fabricantes de automóviles estudian la creación de un fondo común de emisiones para reducir sus valores medios de CO2 y evitar multas millonarias.

La entrada en vigor este mes de enero de la nueva normativa europea de emisiones aprieta cada vez más a los fabricantes, y este 2025 va a suponer todo un reto, o un problema en muchos casos, pues ha reducido sensiblemente los niveles medios de CO2 en las ventas que realice cada fabricante.

En concreto, esta nueva normativa establece que se deben reducir las emisiones desde los anteriores 116 gramos de CO2 por kilómetro a sólo 94 en los vehículos nuevos y, en caso de excederlo, se imponen multas según el número de vehículos vendidos.

Y para tratar de esquivar esas multas que pueden llevar a tomar decisiones drásticas, varios fabricantes como Stellantis, Toyota, Mazda, Subaru o Ford estarían planteando la posibilidad de crear un fondo para la compra de créditos de carbono a Tesla y Polestar para evitar esos pagos millonarios contemplados en la normativa europea 'CAFE' sobre las emisiones contaminantes de los turismos.

De esta manera, el objetivo de las empresas del sector es agrupar sus emisiones con las de los fabricantes de coches puramente eléctricos comprando derechos de emisiones para reducir la media general contaminante de cada uno de ellos, lo que potencialmente podría ahorrar miles de millones de euros en multas a las automovilísticas tradicionales.

Stellantis, Toyota, Ford, Mazda y Subaru se habrían planteado unir sus emisiones de carbono con las de Tesla para cumplir con las normas de la Unión Europea mientras que Mercedes-Benz, Volvo y Smart harían lo propio con Polestar, según publican medios internacionales consultados por EP.

Bajar un 15% en cinco años

"Stellantis se ha comprometido a reducir las emisiones de CO2, y nuestra participación en este 'pool' contribuirá a cumplir nuestros objetivos europeos de emisiones para 2025, al tiempo que optimizamos nuestros recursos", aseguran fuentes del fabricante para añadir que, en estos momentos, la estrategia de la compañía se centra en el desarrollo de "tecnologías innovadoras" para construir "una empresa del futuro"

Desde el pasado 1 de enero, la normativa 'CAFE' (Emisiones de Combustible Medias Corporativas, por sus siglas en inglés) establece que las emisiones de dióxido de carbono bajarán a 93,6 gramos de CO2 por kilómetro de los coches vendidos en los 27 países de la Unión Europea.

Asimismo, aquel fabricante que incumpla puede verse sancionado con hasta 95 euros por cada gramo excedido multiplicado por el número de vehículos según la ley, lo que abre la puerta a multas multimillonarias contra las marcas automovilísticas que no consigan alcanzar los objetivos de ventas de vehículos 'cero emisiones' recogidos en el reglamento comunitario.

A partir de ahora, la normativa 'CAFE' exige que la media de emisiones de CO2 en los vehículos de cada fabricante se reduzca en un 15% en comparación con los niveles de inicio de década. El límite que entra en vigor este 2025 se reducirá aún más, estableciéndose en 49,5 gramos de CO2 por kilómetro, con el ánimo de implementar en 2035 la prohibición de facto de las ventas de vehículos de combustión de gasolina y diésel.

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