No está siendo el año que se esperaba no sólo en el mercado de turismos nuevos, sino también en el de segunda mano. Y es que las ventas de coches de ocasión en el primer trimestre vuelven a las peores cifras de la pandemia. En concreto, según datos de las patronales Faconauto (concesionarios) y Ganvam (distribuidores), hasta marzo registraron un total de 449.086 unidades vendidas, sólo un 1,8% menos que en 2021pero que supone volver a niveles de 2020, cuando el inicio del confinamiento comenzó a hacer mella en la actividad comercial.
Durante el mes pasado, las operaciones con vehículos usados ahondaron en su caída y retrocedieron un 7,1% frente a marzo de 2021, hasta situarse en las 170.595 unidades, como consecuencia de la falta de oferta, el paro del transporte de vehículos y la escalada del precio de los carburantes. De hecho, en un análisis por tramos de antigüedad, la mayor caída se registró en las ventas de modelos de entre 1 y 3 años, que se desplomaron un 42,9% en los tres primeros meses, con un total de 26.614 unidades.
Solo durante el mes pasado, las operaciones con estos vehículos cayeron un 39,6%, hasta situarse en las 10.502 unidades vendidas. El mercado de segunda mano continúa sosteniéndose con las ventas de vehículos de más de 15 años, que concentrando el 37,2% de las operaciones hasta marzo, acumulan un crecimiento del 13,4% hasta alcanzar las 167.120 unidades en el primer trimestre.
En marzo, las operaciones con estos modelos tan antiguos crecieron un 6,6% y, con un total de 64. 583 unidades, supusieron casi el 38% del mercado. El mayor crecimiento se produjo en las ventas con modelos de entre 5 y 8 años, que acumulan una subida del 17% hasta marzo, con 43.145 unidades transferidas. Durante el mes pasado, estos modelos, procedentes sobre todo de mercados exteriores, registraron un aumento de casi el 10%, con 16.794 unidades.
Aumenta la importación
De hecho, atendiendo a la distribución de ventas por canales, las importaciones acumulan una subida del 52,7% hasta marzo. Respecto a las fuentes de energía, los datos de las patronales del sector siguen mostrando un retroceso de los motores tradicionales. Así, las operaciones con vehículos usados diésel -que representaron el 59% de las operaciones en marzo- cayeron un 9,2% durante el pasado mes; mientras que los de gasolina, por su parte, cayeron un 7,5%, hasta situarse en las 60.919 unidades, concentrando el 35,7% del total.
Al cierre del trimestre, las caídas se moderan, suavizándose al 4,2% el descenso de las ventas con usados diésel y al 2,1% las de gasolina. En cuanto a las propulsiones alternativas, los modelos eléctricos puros de segunda mano crecieron un 40,7% en marzo, hasta alcanzar las 1.216 unidades. Estos modelos, aunque apenas representan todavía el 0,7% del mercado, acumulan una subida del 52,2% en el primer trimestre.
Por su parte, los diésel/eléctricos enchufables registraron un total de 224 unidades vendidas (+107,4%) durante el pasado mes, frente a las 1.114 unidades de los gasolina/eléctricos enchufables (+44,7%). En el acumulado, registran una subida del 149,6%, con 584 unidades, y del 62,3%, con 2.786 unidades, respectivamente.
Para la patronal Faconauto, “el mes de marzo ha sido un desastre en todos los sentidos, y esto se ha visto reflejado en el mercado de ocasión que tradicionalmente es el que más aguanta el golpe. A la ya alargada crisis de los microchips se le han sumado este mes la huelga de transportes y la guerra en Ucrania, un cóctel que ha repercutido muy negativamente en las ventas”.
Y no sólo en los de segunda mano, sino especialmente en el mercado de turismos nuevos, que tras unos tímidos síntomas de recuperación en el mes de febrero, la guerra en Ucrania y las consecuencias de la subida generalizada de precios de los combustibles ha hecho que en marzo vuelva a darse un frenazo a las esperanzas de recuperación.
Una grave situación que registra el mercado del automóvil que queda patente en las cifras del primer trimestre, periodo en el que las 164.531 unidades matriculadas supone un 11,6% menos que en 2021 y, sobre todo y más preocupante, casi un 50% por debajo del mismo trimestre de 2019 y retrocede a datos que no se veían desde hace diez años. Sin duda un ejercicio 2022 preocupante en un sector que supone el 10% del PIB nacional y que mueve cientos de miles de puestos de trabajo y que de seguir así podría suponer pérdidas de empleo generalizadas.