En la Urba donde vivo, el presidente, un hombretón de gran presencia, ha pronunciado con motivo de las Navidades y el Año Nuevo su discurso institucional.
"Puedo deciros, queridos vecinos, que la Urba va como una moto, que el PIB ha aumentado una barbaridad, que los jubilados tienen más bancos para tomar el sol y los niños más columpios, que la Urba es mejor que hace cinco años y que me propongo avanzar en sostenibilidad y en justicia ...".
Tomó respiro y bebió agua con burbujas, eructó de manera queda pero audible, y continuó:
"No hemos caído en ese fatalismo que agarrota iniciativas, hemos aprobado doce reglamentos de uso de la piscina y veinte para que no se hagan trampas en el juego de los bolos ..."
-Pero se hacen, se hacen - gritó un tocapelotas.
El presidente continuó sin inmutarse:
Recuperación y resiliencia
"Gracias a mi Plan de Recuperación y Resiliencia se ha triplicado el consumo en los hogares de botellines de cerveza y de dodotis, asimismo se ha reducido la desigualdad entre mujeres, hombres, niños y mascotas. ¿Qué nos queda por hacer?".
En ese momento, los presentes contuvieron la respiración porque ya tenían noticia de que algo gordo se acercaba.
"Vamos a pedir la independencia del Ayuntamiento y la vamos a conquistar empuñando nuestros argumentos".
Sin darnos importancia pero con convicción, explicaremos que no es lo mismo tener un derecho a secas, nacido anteayer, que un derecho histórico, relleno de prosapia y dignidad, de superioridad ¡qué caramba!
Cogió carrerilla el prócer:
"Esgrimiremos nuestros derechos históricos porque somos la Urba más antigua de este municipio por lo que, sin darnos importancia pero con convicción, explicaremos que no es lo mismo tener un derecho a secas, nacido anteayer, que un derecho histórico, relleno de prosapia y dignidad, de superioridad ¡qué caramba!, porque hemos ganado varias veces - y da gusto evocarlo- el campeonato de "Jubilado mas sexy" y eso no nos lo puede discutir nadie, esa gloria nadie puede quitárnosla".
Tratando de controlar su emoción patriótica, continuó:
"Nuestro territorio, el territorio de nuestra querida Urba, es fuerte, tiene un pasado esplendoroso, mientras que los territorios de las demás Urbas del municipio son enclenques y con el aspecto de esos pedigüeños que piden un pasado glorioso por el amor de Dios".
Aquí el orador tuvo que interrumpirse por la ovación que brotó espontánea, lo que estremeció no solo los corazones, sino también las glándulas suparrenales del auditorio.
Deuda histórica
"Por eso - continuó el presidente- exigiremos que nos paguen nuestra deuda histórica. Si. amigas y amigos, en el presupuesto municipal deberá consignarse el montante de esa deuda que se ha ido acumulando a lo largo de los años, porque somos tratados igual que el resto de las Urbas cuando nosotros ostentamos derechos históricos de los que carecen las demás Urbas. Es una ignonimia a la que se impone poner fin".
"El desenlace de nuestra lucha será la independencia, la conquista de un Ayuntamiento propio e intransferible. Nos falta solo disponer de una lengua propia".
Se votó y, por casi unanimidad, se decidió crear una comisión para descubrir -o, en su caso, inventar- la lengua original de los antepasados de la Urba. Solo se contabilizó el voto contrario del tocapelotas oficial, un gallito de Madrid.