El 25 de septiembre de 2013, gobernando en España el nunca suficientemente denigrado Mariano Rajoy Brey, Beatriz de Guindos, sobrina del entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, fue nombrada directora de Competencia de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El nombramiento se produjo en la primera reunión del Consejo del nuevo superregulador, resultado de la fusión de los seis organismos supervisores existentes hasta entonces, los más importantes de los cuales eran la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) y la Comisión Nacional de la Energía (CNE). Conviene aclarar que Beatriz de Guindos ya era subdirectora de Competencia en la CNC, es decir, no era una paracaidista aterrizada en el organismo por iniciativa del divino dedo de Mariano o del propio De Guindos, y además estaba avalada por un currículo de primer orden. Una mujer de gran valía. A la hora de conformar su equipo, Beatriz cometió el error de elegir como nueva subdirectora de Industria y Energía a Micaela Arias Cañete, también funcionaria de la CNC pero hija del entonces ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete. Y se armó la de Dios es Cristo. El PSOE, entonces en la oposición, puso pies en pared y denunció el nombramiento de Beatriz de Guindos de pucherazo y corrupción intolerable, en una campaña a la que se sumó el Orfeón Mediático Donostiarra del socialismo con su habitual entusiasmo a la hora de desparramar adjetivos.
El resultado fue que Beatriz de Guindos presentó su dimisión “irrevocable” como directora de Competencia de la CNMC al día siguiente de su nombramiento, 26 de septiembre, para “no perjudicar al organismo”. Para Beatriz no fue ningún problema esa renuncia porque contaba, cuenta, con currículum bastante para ganarse holgadamente la vida fuera del sector público y porque tenía un sentido de la dignidad o quizá un exceso de pudor, esa rara virtud que el diccionario de doña María Moliner define como “vergüenza de exhibir las propias fealdades o lástimas corporales o de otra clase. Decoro, recato, honestidad”. Vergüenza y pudor, pudor y vergüenza es precisamente lo que le falta a Nadia Calviño, a la sazón ministra de Economía y vicepresidenta primera del Gobierno de Pedro Sánchez, que ha colocado a su marido, Ignacio Manrique de Lara, en Patrimonio Nacional, con un cargo creado específicamente para él, un cargo ad hóminem, nada menos que el de “coordinador de estrategia comercial y de márketing”, ya me dirán para qué necesita Patrimonio, organismo encargado de la gestión de los bienes históricamente vinculados a la Corona, a un supuesto experto en estrategia comercial y de márketing y con un sueldo estupendo de “alta dirección”. Doña Nadie ha colocado a su marido en un organismo que ahora dirige su íntima amiga Ana de la Cueva, que no solo es presidenta de Patrimonio Nacional sino que fue número dos de la propia Calviño en el Ministerio de Economía. Blanco y en botella.
Un escándalo de grandes proporciones revelado por El Mundo y al que se ha sumado este diario con notables aportaciones, pero que ha pasado desapercibido para los medios del Orfeón Alabancioso Sanchista, muy ocupados en denunciar conspiraciones golpistas en un Constitucional movido por “poderes ocultos”, en frase de Su Sanchidad. La mención de las irregularidades perpetradas en torno a un cargo hecho a la medida del caballerete y su posterior nombramiento darían pie a varios artículos, razón por la cual me limitaré a reseñar algunos de los titulares más llamativos aparecidos en ambos medios: “Altos cargos de Yolanda Díaz e Iceta seleccionaron al marido de Calviño como directivo de Patrimonio” (Juanma Lamet en El Mundo); “Patrimonio calca el currículum del marido de Calviño y le hace un traje a medida” (Mercedes Serraller en Vozpópuli); “Patrimonio ocultó información sobre el concurso a los que competían con el marido de Calviño” (Lamet en El Mundo); “Rebelión en Patrimonio: consejeros exigirán a la presidenta justificar el fichaje del marido de Calviño” (Serraller, en Vozpópuli); “La presidenta de Patrimonio adjudicó el cargo directivo al marido de Calviño sin hacerle entrevista personal previa” (Carlos Segovia, El Mundo); “Patrimonio informó al Consejo de la contratación de vigilantes pero no del marido de Calviño” (Serraller, en Vozpópuli).
No es Manrique de Lara quien debe decir no, quien debe irse, que por supuesto, sino su ilustre señora, primero su señora si un átomo de dignidad le quedara
La supuesta mamporrera (“despect. Persona que amaña algo en beneficio de otra”. RAE) de la operación ha sido la citada Ana de la Cueva, principal defensora desde su puesto como número dos de Economía de la inyección de 53 millones de euros en la aerolínea Plus Ultra, asunto que le obligó a dimitir al anunciarse la apertura de una investigación judicial al respecto. Pillada con las manos en la masa en asunto tan feo, Calviño la rescató del fuego poniéndole a la sombra tranquila de Patrimonio donde nunca había pasado nada… Hasta que llegó ella. Aparentemente obsesionada por luchar contra las corruptelas administrativas, bandera de la que presumía, De la Cueva ha ido a caer en la peor de ellas en su empeño por devolver el favor a su amiga. ¿Cómo han podido ser tan torpes ambas dos, o es que estamos ante una muestra más de esa osadía que distingue a la grey socialista y que no conoce límites? Porque Ignacio Manrique de Lara no era, no es, lo que se dice un desconocido, que su nombre había ya ocupado espacio de sobra en los medios a cuenta de su labor como conseguidor (leído en febrero de este mismo año: “La sociedad del marido de Calviño, Beedigital, cobra a pymes para acceder a los fondos UE que reparte su mujer”) de esos fondos Next Generation UE que precisamente apacienta su señora esposa como vicepresidenta y ministra de Economía.
Calviño, De la Cueva y Manrique de Lara componen el triángulo de un escándalo tras el que subyace la concepción patrimonialista que de lo público tiene el socialismo. El poder es suyo, por definición, y cuando lo ejerce la derecha estamos ante una anomalía intolerable a la que hay que poner remedio cuanto antes. Y si el poder es suyo, el Estado también, las instituciones, por supuesto, y el sector público entero, las empresas públicas convertidas en abrevadero de altos cargos en los que colocar a amigos y conmilitones con total desparpajo, sin mover una ceja, sin disimulo, a tumba abierta. Es verdad que, desde Álvaro Figueroa y Torres, más conocido como conde de Romanones, a esta parte, los Gobiernos de España han tenido tendencia a colocar a sus amigos en los puestos clave de la Administración y del sector público empresarial, una práctica que está en el origen de muchas corrupciones y del descrédito que por estos pagos goza la meritocracia. Famosa fue la colocación de los amigos de Aznar al frente de los monopolios privatizados por su Gobierno en 1996. Pero, en general, era gente con cierto pedigrí empresarial. El Gobierno González puso al frente del Banco Exterior de España, lo que luego sería Argentaria, a un tipo de la categoría de Paco Luzón, un banquero de la escuela de Pedro Toledo en el Banco Vizcaya.
Nunca el grado de desvergüenza llegó siquiera a rozar el alcanzado por el Gobierno Sánchez. El desparpajo llega al punto de que aquí y ahora se colocan los maridos/esposas de las/los ministros sin el menor rubor. El propio Sánchez colocó a su señora en el IE para tratar asuntos africanos de los que no tenía idea. Cuando Diego Alcázar pudo por fin quitársela de encima, su marido, a la sazón presidente del Gobierno, decidió crearle una “Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva” en la Complutense madrileña, cargo que compagina con otros negocios y con charlas en Atrevia como experta en “transformación social” y “marketing humanizado”. De modo que Calviño, cuando el escándalo persigue a su marido a cuenta de su papel en la concesión de fondos europeos que ella gestiona, lo pone fuera de la circulación y lo coloca en Patrimonio –hay quien sostiene que con el v/b del propio Sánchez, que sigue muy de cerca estos “detalles”- en la esperanza de que allí pase desapercibido. El marido de la ministra de Industria, Teresa Ribera, el señor Mariano Bacigalupo –con su padre en el punto de mira del juez García Castellón, Audiencia Nacional, por supuestas coimas cobradas en la solución del caso Sogecable- estaba en el Consejo de la CNMC dirimiendo asuntos eléctricos competencia directa de su señora. Con un par. Cuando el nivel del escándalo subió cual riada, su señora, al habla con Sánchez, lo sacó de la CNMC para colocarlo en la CNMV, sin idea del funcionamiento de los mercados financieros pero con un “sueldaco” de 180.000 euros. Las desgracias para España con este Gobierno siempre llegan en pareja. La constituida por Meritxell Batet, presidenta del Congreso, y Juan Carlos Campo, ex ministro de Justicia y nuevo magistrado del Constitucional por la gracia del Fraudillo Sánchez. O la no menos conocida formada por Dolores Delgado, ex FGE, y Baltasar Garzón, el millonario ex juez expulsado de la carrera judicial. Por la pareja hacia la fama… Y el dinero.
Calviño, De la Cueva y Manrique de Lara componen el triángulo de un escándalo tras el que subyace la concepción patrimonialista que de lo público tiene el socialismo
La lista de amigos/adoradores de Sánchez colocados al frente de las empresas públicas sería larga: Paradores, AENA, Indra, Enagas, REE (aquí la ex ministra Beatriz Corredor, amiga personal de “comandante”, con un sueldo de casi 550.000 euros año). El propio Sánchez ha colocado a su íntimo amigo, Juan Manuel Serrano, en la dirección de Correos, plantilla de 50.000 personas, sin la menor idea del negocio (pérdidas estimadas en más de 150 millones durante el ejercicio en curso). Este era el Gobierno que había venido a acabar con la corrupción. Para sacudirse el escándalo del dedazo de su marido, Nadia ha echado balones fuera aduciendo que se trata de “ataques personales” puesto que no pueden criticarle por su brillante gestión al frente de nuestra economía (España sigue siendo el único país de la UE que aún no ha recuperado su nivel de PIB prepandemia, cosa que no logrará hasta 2024). Lo que subyace detrás del comportamiento de esta señora en apariencia dulce, convertida en el último año en una auténtica hooligan de Sánchez al que ríe las gracias con servil desenfado sentada en el banco azul, es un grado de cinismo inaudito, una desenvoltura sin igual para pasarse cualquier tipo de convención o prejuicio de orden moral por la entrepierna. Blindada contra cualquier crítica. Carente del menor pudor. “Creo que a ninguno de los ministros de la democracia, ya sean del PP o del PSOE, se nos hubiera ocurrido colocar a nuestras parejas en un cargo público como ha hecho Calviño, hubiera sido inimaginable”, asegura un ministro que lo fue de Felipe González.
A la hora de escribir estas líneas, tarde/noche del viernes, salta la noticia de la renuncia de Ignacio Manrique de Lara a ocupar el cargo de experto en no sé qué en Patrimonio Nacional, premio gordo con el que había sido agraciado por el dedo divino de su divina esposa. No han podido soportar tanta vergüenza. Pero no es Manrique de Lara quien debe decir no, quien debe irse, que por supuesto, sino su ilustre señora, primero su señora si un átomo de dignidad le quedara, primero una Nadia Calviño a la que acaba de abandonar hasta su jefa de Gabinete, Judith Arnal, asqueada por todo lo que está viendo en el ministerio. Es Calviño, en efecto, quien no puede seguir un minuto más como vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía tras un escándalo tan brutal, tan devastador, como el comentado. Nadia, hermosa, te tienes que ir porque te hemos pillado con el carrito del helado, y contigo tiene que salir pitando tu íntima amiga Ana de la Cueva, tiene que abandonar ya mismo la presidencia de Patrimonio Nacional, y tirando de lista la siguiente en irse a su casa debería ser la ministra de Energía, Teresa Ribera, del brazo de su señor marido, un Bacigalupo de los Bacigalupo argentinos de toda la vida, y, cursando aguas arriba, el gran responsable del desolado paisaje que hoy ofrece esta pobre España y su democracia herida: Pedro Sánchez-Pérez Castejón.
JoseAntonioRuizAragonMunoz
No se queje tanto señor Cacho que el PSOE en el gobierno va mejorando, recuerde que en la Segunda República además de ser mucho más corruptos que ahora, pues solo con lo robado en el Yate el Vita, a precios actuales, sería próximo a los 12.000 millones de Euros, lo que le convierte en el partido más corrupto de todas las democracias, y de muchas dictaduras, y solo por contar lo más gordo, nos dio tres golpes de estado, uno en el 31, pues los monárquicos ganaron por cuatro a uno, pero dijeron que ellos habían ganado en las principales ciudades y por tanto echaron al rey e impusieron la república, otro golpe de estado dieron en el 34, que costó más de mil muertos, y otro en el 36 mediante pucherazo electoral donde robaron más de cincuenta actas que habían ganado las derechas. Y además provocaron y buscaron a conciencia la guerra civil, como ya decían que harían en la campaña electoral, y como también dijo Largo Caballero, para implantar una dictadura comunista, que a ellos no querían la democracia burguesa. Y la provocaron asesinando a políticos de derechas, incluidos el líder de las derechas Calvo Sotelo y a ´los otros dos líderes, porque no los cogieron en casa cuando fueron a buscarlos. Un partido con ese historial y que empezó con el delincuente terrorista de su fundador Pablo Iglesias Posse amenazando de muerte a Maura, sencillamente debería estar prohibido, y sus siglas malditas no deberían poderse utilizar por nadie. Otro tanto de los que le acompañaron en aquel infame Frente Popular, culpables de lo mismo. Ahora se limitan a ser corruptos, aunque también están dando otro golpe de estado a cámara lenta, a plazos, lo que lo hace especialmente peligroso, pues la gente no toma conciencia del golpe y de la pérdida de libertades, hasta que el golpe está prácticamente dado. Así es como se dan ahora los golpes de estado sin necesidad de armas, véase Venezuela, Nicaragua o Turquía, y ahora mismo Túnez.
Jyro
Conozco de cerca algunos de los casos que comenta el señor Cacho y son tal y como los cuenta. Lo de Beatriz de Guindos fue una enorme injusticia, pero nos dio a conocer que no solo era una excelente profesional, sino alguien de moral intachable. Ojalá pueda servir muchos años en lo público. Lo de la Corredor, la Ribera, los Bacigalupo...esto es de república bananera. Y lejos de avergonzarse, se jactan de sus "logros".
Termopidas
Un articulo brutal...Brillante Sr. Cacho...
Milana bonita
Hasta que el ególatra narcisista convoque elecciones generales ocurrirán muchas cosas que nos helarán la sangre en las venas...
KVLT
vota PRIsóe
Emilezolacuso
El partido más anti-democrático, golpista, corrupto habido en ESPAÑISTÁN, el PSOE. de hecho, nunca ha obtenido el poder vía URNAS DEMOCRÁTICAS. Pero es que, de hecho tamibién, bajo su palio se acabó con el TConstitucional, con el CGPJ, con la liberta de de opinión/expresión, los obreros le hicieron 5 huelgas generales, se cargó el Estado Bienestar, impusieron los mayores recortes sociales habidos en Españistán e incluso han perpetrado todo un genocidio vía COVID. FACTORES A SU FAVOR: a) Q han dado con lacayos, súbditos, siervos, personal The Walking Dead. b) Activa sus FARC/HAMÁS/HEZOLÁ/YIHAD sanitario, educativa, mediática.... c) Cuenta como la complicidad y colaboración de Génova13 desde 2008
Wesly
A ver, para los socialistas y, en general, para la izquierda existe la corrupción buena (la suya) y la corrupción mala (la de los demás, los fachas) y así todo, los insultos buenos y malos, la libertad de expresión buena y mala, la presunción de inocencia buena y mala, etc, etc. Esta izquierda sectaria pretende descaradamente implantar la arbitrariedad y la impunidad, de forma que sólo sus actuaciones, sean las que sean, se reconozcan como legítimas y las de los demás (aunque sean las mismas o incluso menos graves) sean declaradas inaceptables y propias de fachas redomados. Lo dicho, arbitrariedad e impunidad, en ello están, y para implantarlas con más facilidad están colocando a sus peones más sectarios y obedientes en las principales instituciones del Estado, fiscalía y Poder Judicial incluidos. Arbitrariedad e impunidad, estas son las características propias de todas las dictaduras, que es hacía donde nos está conduciendo este aspirante a tirano que es D. Pedro Sánchez Castejón.
Clearco
Empiezas hermanado con etarras y terminas colocando al marido.
farmyardcheek
Y qué pasa con los marqueses de Galapagar, el tipo sale del gobierno y nos deja a la marquesa. Eso sí que es nepotismo.
Apeiron
La política está repleta de sujetos sin escrúpulos ni vergüenza. Es una condición necesaria para poder medrar en los partidos. La honradez se percibe ya como un lastre. También ocurre esto mismo en los medios de comunicación y en los organismos públicos que están politizados hasta el tuétano. Ojalá que solo fuese el PSOE!
Pablito 1
Nadia Calviño, para algunos señora, nos ha demostrado, estar a años luz de la decencia política. Están en política como medida alimenticia y tres pepinos les da lo que digan de ellos, mientras la prebenda golfa no falle. Que pueden meter al marido o compañero en la prebenda, se hacen oídos sordos y a por ello. Podíamos seguir hablando, pero en vísperas de Navidad, hablar de esta gentucilla y sus maldades como que no toca hablar.
Leonidas
Lo de las empresas o chiringuitos de los suciatas cobrando por la intermediación para la gestión de los fondos europeos es alucinante. Una corrupción al mejor estilo mafioso, que no entiendo cómo la UE no dice nada, cuando las normas deberían ser claras y fáciles, además de sencillas de gestionar por los funcionarios, no por los miles que están metiendo en programas temporales, que terminan haciéndose fijos y enchufados y a los que encima hay que formar y que se financian con esos mismos fondos. Clientelismo total. Menudo desastre
Karl
Estas son las dos clases: Los que pagan impuestos, y los que viven de ellos. __ "There are two distinct classes of men in the nation, those who pay taxes, and those who receive and live upon taxes." ~Thomas Paine, †1809
Urente
"asunto que LE obligó a dimitir" A Ana de la Cueva. Que el mismísimo don Jesús cometa este leísmo flagrante en la línea habitual en VP me lleva a la conclusión de que no es casual y de que es una conspiración para el borrado de los leísmos y laísmos, como con el coñazo woke del lenguaje inclusivo. Total, si se entiende igual, simplifiquemos el lenguaje como hicieron los padres del batúa al pergeñar su abecedario simplificado.
Pelosi
Un error muy común entre la prensa independiente es hacer diferencias entre la PZOE del Felón y la anterior, probablemente en busca de un partido que en otra época fuera más honrado y con una mayor visión de Estado. Pero es que no es así: la PZOE de Felipe y Guerra fue un nido de corrupción incluso mayor que el actual. Allí trincó Felipe a través de su camarilla de amigotes de la bodeguiya, una mafia perfectamente organizada en la que Polanco defendía desde su periódico y los jueces y fiscales ad hoc (inolvidable el “Pollo del Pinar”) las tropelías que sus tentáculos económicos (Pichirri, los Albertos, Eguizábal, y mil más) cometían en TODAS las áreas de la economía; más chusco, en correspondencia con el personaje, fue lo de Guerra; Guerra era más de ayuntamiento, de recalificación, de chorizada municipal, y su feudo era Andalucía donde un ejército de desvergonzados delincuentes se dedicaba a sacar dinero de los ciudadanos y a beneficiar a los amiguetes…inolvidable fue el episodio de su hermano con un despacho en el edificio de la Junta de Andalucía…de manera simultánea a los dos pájaros grandes, una miríada de sociatas corruptos, encabezada por pajaruelos como Boyer, Solchaga, Borrell, Vera, Barrionuevo, Pacordoñez, se dedicaba a hacer sus negocios paralelos. Dio mucho de sí el expolio de Rumasa que Felipe y Boyer llevaron a cabo aupados por los siempre dispuestos al juego de ventaja banqueros de los entonces llamados “siete grandes”, una banda de mafiosos sin escrúpulos algunos pertenecientes a una conocida secta religiosa, que aun colea con sus descendientes en el machito. No Cacho, el socialismo ha sido siempre un nido de corruptos, incluso me atrevería a decir que siendo ahora más marxistas y dedicados, de momento, al desmontaje del Estado de Derecho, los actuales intentan medrar menos que con Felipe. Nepotismo siempre hay pero la corrupción y ambición de Felipe y sus muchachos pondría colorado al propio Al Capone.
rafaelykeka
Perfecta relación de hechos probados. La ética desaparecida, ni está ni se la espera.