En España, tan solo el 21,5% de los menores de 30 años ha logrado emanciparse de sus padres, según el Observatorio de la Emancipación del primer trimestre de 2015, que detalla que para vivir por su cuenta el 80 por ciento de los jóvenes que siguen en la vivienda familiar tendría que dedicar el 60% de su sueldo a esta misma, pero cobrando un 98,23% más de lo que actualmente percibe por su empleo.
El Observatorio, gestionado por el Consejo de la Juventud de España, concluye que los datos de emancipación "ponen de manifiesto la frágil situación de los jóvenes en el mercado laboral y las duras condiciones del mercado de la vivienda que, hoy por hoy, resultan inaccesibles para el nivel adquisitivo de la mayoría". Sobre este asunto, explica que una persona joven debería destinar el 59,5% de su salario para poder adquirir una vivienda en propiedad; debería cobrar un 98,23% más de lo que cobra; y la superficie máxima a la que puede aspirar es de 50,4 metros cuadrados, según recoge Europa Press.
Una persona joven debería destinar el 59,5% de su salario, cobrando un 98,23% más y la superficie a la que aspira menor a 50 metros cuadrados, para poder adquirir una vivienda en propiedad
En cuanto al empleo, señala que la tasa de paro de las personas menores de 25 años alcanza el 51,4%, supera el 30% en la franja entre 25 y 29 años y está por encima del 24% en la población de 30 a 34. Además, el 28,7% de los ocupados menores de 30 años están a tiempo parcial y cuatro de cada diez tienen una antigüedad inferior a un año. Asimismo, el 56,7% desempeñan trabajos de menor cualificación a la que poseen, lo que significa un aumento anual de 4,59% de personas sobrecualificadas en esta franja de edad. Por otro lado, más de la mitad de la población joven ocupada, en concreto el 51,7%, tiene contratos temporales, de los cuales un 44,3% son de menos de un año de duración.
"La exclusión del mercado laboral y la precariedad de los empleos a los que acceden los y las jóvenes son las principales causas de la imposibilidad de emancipación", señala el presidente del CJE, Héctor Saz, para reclamar "una legislación laboral que garantice derechos, calidad y condiciones dignas para el empleo de las personas jóvenes y una política de vivienda que favorezca la puesta en marcha de un proyecto de vida independiente".