Encontrar una vivienda que se ajuste a las necesidades de cada persona puede suponer todo un reto, si ya de por sí lo es poder acceder a una casa en el momento que atraviesa España. Para escoger donde mudarse o vivir, son muchos los factores a tener en cuenta: localización, comunicación, centros comerciales o establecimientos cercanos, precios de la zona, distribución y espacios que ofrece la vivienda son algunos de ellos. Pero hay pequeños trucos y normas que pueden facilitar atravesar este tipo de situaciones de forma satisfactoria.
Según los profesionales, valorar la seguridad de la zona también es un factor esencial para estar agusto en la vivienda, además de sentirse cómodo en la comunidad en que se encuentra y otro tipo de detalles, como la disponibilidad de garaje o ascensor. Mirar al futuro y tener claro durante cuánto tiempo permanecerá el inquilino o propietario en la casa es esencial para no cometer errores. Uno de los más comunes -sobre todo entre los más jóvenes- es ver como la casa se ha quedado pequeña tras aumentar la familia. Este tipo de cambios deben preveerse para no tener que arrepentirse de decisiones pasadas.
La regla del 3 por 3
El proceso de búsqueda de vivienda es largo, y debe abordarse con paciencia y entendiéndolo como una carrera de fondo: lo importante no es hacerlo rápido, sino hacerlo bien. Así, los profesionales hablan de la regla del 3 por 3, norma que puede ayudar una vez ya se ha hecho un estudio a fondo del mercado y se barajan distintas posibilidades. El banco Bankinter afirma que se trata de acotar la lista de casas ideales a tres viviendas y analizar 13 factores, estos ya más detallados y después de haber valorado a grosso modo todo lo esencial para escogerlas. Estos son algunos de los 13 factores:
• Dimensiones de las estancias de la vivienda.
• Estado físico general: suelos, paredes, muebles, techos y azulejos.
• Estado de la calefacción y radiadores.
• Estado de cañerías e instalación eléctrica.
• Que los suministros funcionan correctamente.
• Estado de los respiraderos.
• Comercio y facilidades de alrededor.
• Disponibilidad o no de garaje.
• Orientación de la vivienda: esto afecta de manera importante a la luz de sus espacios.
• Qué piso es: cuanto más alto sea, menos ruido.
La edad de la vivienda también es importante de cara a su estado más allá de los acabados. En el caso de pisos antiguos, es más probable que aparezcan problemas de fontanería o humedades, entre muchos otros contratiempos. Asimismo, ser parte de una comunidad también debe reflexionarse, ya que esto implica formar parte de la toma de decisiones en conjunto y trato con los vecinos, algo que no resulta de agrado para muchos.