Dejar pasar el tiempo tiene su premio cuando se vuelve a un país. Guatemala es el corazón de Centroamérica, para lo bueno y para lo malo. Volvemos a un país de colores intensos, de gentes complacientes y un cromatismo salvaje; pero también de violencia contenida y donde las huellas de un drama civil no se olvidan fácilmente.

Villagrán resaltó que la asistencia a las urnas fue del 58,40% de los más de 7,3 millones de empadronados, con lo que se superó el temor a la abstención en el inicio de la jornada electoral. La participación en la segunda vuelta, sin embargo, fue menor al 69% del pasado 11 de septiembre. Alrededor del 8% del electorado anuló su voto y el 1,33% lo dejó en blanco.