En opinión de la ministra de Defensa, el debate sobre las instituciones hacen un flaco favor a la democracia porque son esas instituciones las que "dan solidez y nos hacen más fuertes"
Existen muchas características que diferencian a los países avanzados de los menos desarrollados. Pero hay un rasgo poco conocido, y sin embargo esencial, que ejerce enorme influencia en el buen funcionamiento de la política.
La perversa dinámica partidista ha acabado contagiando a la sociedad, generando un sistema de acceso restringido, basado en privilegios, no en la sana competencia o la igualdad de oportunidades.
Lo tremendo del caso Ausbanc y Manos Limpias no es que unos facinerosos hayan escogido la más honorable de las fachadas a su alcance para perpetrar sus golfadas, cosa que está dentro de la lógica porque los verdaderos sinvergüenzas no suelen agruparse en sindicatos con ese nombre, sino introducirse en instituciones y ambientes de suma respetabilidad, no son tontos. Lo espeluznante es que buena parte de los supuestamente extorsionados han colaborado con esa siniestra y grotesca máscara de defensa de los más débiles.