En estas fechas, la alimentación y la compra de productos buenos y especiales toma especial importancia. Recibir a familiares y amigos es sinónimo de vestir la casa con sus mejores galas, sacar el recetario y entrar en la cocina con el fin de sacar los mejores platos y elaboraciones. Para ello, millones de personas ultiman sus compras y acuden a los supermercados para hacerse con los alimentos más clásicos. Carnes, pescado y marisco son imprescindibles, pero la Organización de Consumidores y Usuarios -OCU- advierte: algunos de estos alimentos han incrementado su precio considerablemente, más incluso que el pasado 2023, incrementado de media un 12,3% en comparación con el que tenían a finales de noviembre.
En relación con los registros del año pasado, los precios han subido un 6,8%, un alza mucho mayor que la vista en los dos últimos años y que se aproxima a la de 2021. Las familias deben hacer grandes esfuerzos para poder afrontar estos costes de vida, ya que el Salario Mínimo Interprofesional -SMI- no aumenta al mismo ritmo. De esta forma, toca adaptar el menú y hacer cuentas para poder celebrar la Navidad. Pero no todos los alimentos suben de precio: las frutas y verduras son las únicas que bajan o moderan su precio.
Alimentos más afectados
Tras analizar el precio de distintos alimentos, la OCU afirma que los mariscos y pescados son los más afectados por estos incrementos en la cesta de la compra. Además, van un paso más allá y hablan de ciertos productos en concreto. La organización pone el foco en el besugo, la lubina de acuicultura, la merluza al corte, las angulas o los langostinos cocidos. Además, también habla de las almejas, ostras y percebes gallegos. Estos últimos son los que más se han encarecido, alcanzando el 78,4%.
En cuanto a la carne, los tipos que más se han encarecido este mes de diciembre en comparación con noviembre son el cordero de lechal para asar por cuartos, el redondo de ternera, la pularda, pavo, y jamón ibérico de cebo al corte. Además hay otros producto que también aumentan de precio y son de lo más demandados en estas fechas, como la lombarda, piña o la granada.
Cómo ahorrar en Navidad
En este contexto, tratar de buscar pequeños trucos y formas de ahorrar puede ser de gran utilidad. Al hablar de la adquisición de alimentos, debe tenerse muy en cuenta la importancia de manejar bien los tiempos. Por ejemplo, en el caso de los vinos, comprar estas botellas con antelación puede ser clave. Lo mismo ocurre con los pescados y mariscos: comprarlos con tiempo y congelarlos puede suponer un ahorro de hasta un 20%. Asimismo, es importante destinarlos el cajón más frío del congelador -capaz de llegar a -18ºC- y almacenar el pescado siempre sin vísceras.
Hacerse con los embutidos con algo más de margen y pedir que los envasen al vacío es otra forma de ahorrar y disfrutar, a su vez, de una buena cena y comida de Navidad. El foie también puede ser congelado, pero para hacer todo esto es esencial realizar un paso previo: organizar bien las compras y los objetivos, preparando una lista y escogiendo qué productos comprar y cuánto almacenaje hay disponible para ellos. Como es comprensible, no todas las familias y consumidores tienen un gran congelador, por lo que escoger qué alimentos pueden encarecerse más y merece más la pena comprar puede ser clave.