La situación del alquiler y la vivienda en España se encuentra en un punto insostenible. La inflación, el nivel salarial y el aumento de viviendas turísticas ha hecho que jóvenes -y no tan jóvenes- vean imposible poder acceder a una vivienda. Todo esto ya tiene un grave impacto sobre millones de personas que, con el paso del tiempo, se sienten frustradas y no ven recompensado su esfuerzo y años de trabajo. A su vez, el impacto también llega a la edad media de emancipación, que ya supera los 30 años en España.
Para que la situación no vaya a peor, las autoridades tratan de regularla y ponen sobre la mesa ciertas medidas, como la limitación de la subida del alquiler. Según establece la Ley de Vivienda en España, este máximo se establece en el 3%, pero no es así en todos los casos: hay algunas excepciones que perjudican a algunos inquilinos. Así, el casero podría llegar a aumentar los costes hasta un 10% en casos específicos.
Inquilinos perjudicados
Como es de esperar, a mejor situación de la vivienda, mayor es su coste. Los pisos y hogares de reciente construcción suelen presentar menos problemas que aquellos que son más antiguos: fontanería y tuberías en mejor estado, mejores prestaciones e instalaciones más eficientes. Pero todo esto también tiene un coste. Además de repercutir en los precios finales en el caso de la compra de vivienda, también lo hacen en los alquileres. Los caseros que alquilan este tipo de espacios, en concreto aquellos que logran un ahorro energético del 30%, pueden incluir un incremento adicional del 10%.
Las viviendas que han sido rehabilitadas como tal en los dos últimos años -es decir, que antes contaban con otro tipo de licencias, como puede ser el de un local comercial-, también pueden ser más costosas, aunque aquí se presenta un nuevo requisito: cumplir con los criterios establecidos en el Reglamento del IRPF. Asimismo, hay una excepción más. Los contratos de larga duración pactados por 10 o más años, también podrían superar el límite general del 3% en la subida del alquiler.
Ayudas para los más jóvenes
En este contexto, millones de personas ya han salido a las calles con el objetivo de protestar y alzar sus voces. Muchos de ellos piden consenso y la toma de medidas reales y efectivas para poder acceder a una vivienda digna. Así surgen iniciativas como el Bono Alquiler Joven, aunque no todo el mundo puede disfrutar de él. Se trata de una ayuda económica de 250 euros mensuales por un máximo de 24 meses.
El beneficiario podría llegar a recibir 6.000 euros, pero para ello debe cumplir ciertos requisitos: tener entre 18 a 35 años, residir en España, contar con ingresos regulares inferiores a tres veces el Índice Público de la Renta de Efectos Múltiples -IPREM- y no ser propietario o usufructuario de una vivienda en España.