Cultura

Desastres coloniales

El Desastre de Annual fue la mayor tragedia de la Historia de España del Siglo XX, aparte de la Guerra Civil, aunque podría considerarse un antecedente de ésta. La matanza

  • Cadáveres de soldados españoles asesinados tras rendirse en Monte Arruit.

El Desastre de Annual fue la mayor tragedia de la Historia de España del Siglo XX, aparte de la Guerra Civil, aunque podría considerarse un antecedente de ésta. La matanza de 12.000 soldados españoles durante la Guerra de África traumatizó al país y provocó un golpe de estado, pero sin embargo no tenía nada de nuevo, muchas naciones coloniales habían pasado por episodios similares en el medio siglo anterior. El más conocido es paradójicamente el menos importante, pero el poder de Hollywood ha hecho un mito de la aniquilación del Séptimo de Caballería del general Custer por los indios sioux.

La batalla de Little Big Horn no fue en realidad una batalla, por las reducidas fuerzas que se enfrentaron, pero George Amstrong Custer era un personaje mediático, había sido el general más joven de la Guerra de Secesión, y era un tipo narcisista, que cultivaba su imagen, luciendo una leonina melena y ropas extravagantes. Como militar era un lerdo –fue el último de su promoción en la Academia militar-, y se las arregló para colocar a sus fuerzas en la peor situación posible, dividiéndolas una y otra vez. El 26 de junio de 1876 murió al frente de su regimiento de caballería, el Séptimo, que sólo por eso entró en la leyenda. Hubo pocos muertos americanos, 268, pero eran todos los que acompañaban a Custer, solamente sobrevivió un caballo, curiosamente llamado “Comanche”.

Todos los desastres de ejércitos coloniales tienen ese denominador común, los grandes errores del mando que sirven en bandeja el triunfo a un enemigo que por armamento y organización es muy inferior. Tres años después de lo del Séptimo de Caballería, en 1879, un ejército británico de 18.000 efectivos invadió Zululandia, el  país de los zulúes. El general Lord Chemsford también dividió sus fuerzas y las puso en una mala situación táctica. El resultado fue que el 22 de enero de 1879 una horda de zulúes armados con azagayas (lanzas cortas) atacó la base de retaguardia del invasor en Isandlwana, aniquilando a 1.300 británicos. Fue la única batalla que ganarían los zulúes en toda la guerra.

 Los desastres coloniales siguieron en crescendo. En 1896 le tocó a Italia, que pretendía conquistar Abisinia. Una fuerza considerable de 20.000 hombres invadió la actual Etiopía desde la colonia italiana de Eritrea, pero los errores estratégicos y tácticos del general Baratieri llevaron al ejército italiano a una batalla campal en Adua, una catástrofe con 7.000 muertos y 3.000 prisioneros italianos. Son cifras que nos acercan ya al Desastre de Annual.

Annual

Hace justo un siglo España pagó el más alto precio de sus aventuras coloniales. El ejército de la Comandancia de Melilla, 18.000 hombres al mando del general Fernández Silvestre, había realizado un espectacular avance desde Melilla en los primeros meses de 1921, pero eso supuso un despliegue excesivo, fraccionándose en múltiples posiciones. Tenía al mando un general incompetente, Fernández Silvestre, que cayó en el mismo pecado de los casos anteriores, dividir sus fuerzas.

Además estaba mal armado y equipado, y quitando las unidades indígenas de Regulares, formado por reclutas de reemplazo poco fogueados. Última grave falta del mando, carecía por completo de información sobre el enemigo, de forma que Fernández Silvestre fue sorprendido cuando el caudillo rifeño Abdelkrim movilizó miles de hombres y lanzó una ofensiva de tres potentes columnas sobre la base principal española, el campamento de Annual.

Había allí una poderosa guarnición española de 5.000 hombres, pero con poca munición y sin reservas de agua, fallos inconcebibles de organización que desatarían luego el escándalo. Fernández Silvestre entró en pánico, ordenó la retirada, y al parecer se suicidó con su pistola. Si el general se dejó dominar así por el miedo, no es extraño que los soldados también lo hicieran, y la retirada se convirtió en una desbandada, un sálvese quien pueda. Algunas unidades salvaron el honor.

Los Regulares del comandante Llamas defendieron con ejemplar disciplina el desfiladero de Izumar, permitiendo el paso de los fugitivos, y el regimiento de caballería Cazadores de Alcántara, al mando de Primo de Rivera (hermano del futuro dictador), lanzó carga tras carga para retrasar el avance enemigo. Murieron 471 de sus 691 jinetes, aunque hizo falta casi un siglo para que se reconociese esta hazaña de heroísmo colectivo, concediéndose la Cruz Laureada de San Fernando (máxima condecoración militar) al regimiento en 2012.

Estos sacrificios iban a servir de poco. El grueso de los fugitivos supervivientes, 3.000 hombres, se refugió en la posición de Monte Arruit, mala para defender, pero muy cercana a Melilla. Esperaban ser socorridos, pero la autoridad máxima en la zona, el Alto Comisario Berenguer, también entró en pánico. Melilla podía convertirse en un baño de sangre, pues se veía indefensa ante el avance de las tribus de Abdelkrim, y solamente fue salvada por la llegada en barco de la Legión al mando del comandante Franco (por eso es el único lugar de España que conserva una estatua de Franco, no del “general Franco”, sino del “comandante Franco”).

Siguieron llegando refuerzos de la Península, y el 9 de agosto el general Berenguer disponía de 25.000 hombres, fuerzas suficientes para liberar a los asediados de Monte Arruit, pero el Alto Comisario no tuvo el valor de hacerlo y en vez de rescatarlos les dio instrucciones de capitular. Pese a las promesas de buen trato, tan pronto se rindieron fueron pasados a cuchillo. Solamente sobrevivieron 60 de los 3.000 defensores de Monte Arruit.

Se formó una comisión de investigación dirigida por el general Picasso, y las conclusiones de su informe no dejaban títere con cabeza en las alturas, hasta el rey Alfonso XIII aparecía implicado en las responsabilidades del Desastre de Annual. La reacción de la cúpula militar para evitar pagar cuentas fue el golpe de estado del general Primo de Rivera, apoyado por el rey. Así que Annual trajo la Dictadura de Primo de Rivera, la Dictadura provocó la caída de la Monarquía y la proclamación de la II República, y la República desembocó en la Guerra Civil. Júzguese si Annual fue o no fue un auténtico Desastre.

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