Titulada Emotional Paintings -‘Cuadros Emocionales’-, está abierta hasta finales de mayo en la galería Peres Projects, situada en la Karl-Marx-Allee. Allí se puede observar estos días el porqué del alcance de un trabajo tan valorado entre quienes se dedican a la compra y venta de arte. Sus cuadros e instalaciones, sin embargo, hablan de algo ajeno a las relaciones comerciales, aunque no es fácil decir de qué van a simple vista.
El formato de sus lienzos es grande. Sobre él, puede que apenas haya pintura, unas gotas, o una solitaria línea hecha con espray. Es arte abstracto. Más que contemporáneo, a David Ostrowski se le ve haciendo lo que será el ‘futuro del arte’ -según los términos promocionales de los cuadros que pueden verse en la capital germana-. Su concepción del arte es “minimalista y emocional” y en su trabajo la música es “clave”, aseguran a Marabilias quienes conocen al artista.
La propuesta de Ostrowski es atrevida. Tanto, como imponente resulta el vacío del lienzo titulado F (Musik ist Scheisse) –‘F (La música es una mierda)’-. Una solitaria línea vertical de color negro en el lienzo interpela a quien mira el cuadro, en el que impone la amplitud del espacio en blanco. Es decir, todo lo demás de un lienzo de cuatro metros de alto y tres y medio de ancho.
“El espray sólo te da una oportunidad. Uno no puede reparar”, mientras que el “óleo ofrece demasiadas posibilidades” ha explicado Ostrowski sobre sus preferencias. “Soy un gran fan de no tener posibilidades” añade. También es aficionado a pintar escuchando música. Su estudio está a orillas del rio Rin y, entre sus trabajos -hechos, por hacer o en proceso- reina la música a todo volumen. De eso dan cuenta algunos de los vídeos colgados en internet para mostrar su entorno artístico y que haya dicho que músicos como el celebérrimo cantante milanés Adriano Celentano o los raperos neoyorquinos de Wu-Tang Clan hayan sido para él fuentes de inspiración.
Sus últimos trabajos expuestos en Berlín pertenecen a la serie F, en la que hacer artísticamente bien implica centrarse en el error. “Trato de provocar errores pictóricos o de espray, por ejemplo, trabajando muy rápido”, según la explicación del artista. Otra forma de buscar el fallo consiste en utilizar a la hora de enfrentarse al lienzo su mano derecha como si fuera la izquierda. Lo de llamar a la serie F ha de venir de que ha llamado a este proceder artístico Fehlermalerie -término germano que une las palabras “error” y “pintura”-. Debido a esta especialización suya, consistente en celebrar en sus cuadros el error, se ha dicho que David Ostrowski está contribuyendo a revolucionar la tradición pictórica.
Sus obras podrían aumentar de precio un 3.000%
Formado en la Academia de Arte de Düsseldorf, este treinteañero nacido en 1981 lleva ya tiempo exponiendo internacionalmente, pero la atracción de su trabajo parece haber alcanzado recientemente una nueva dimensión. El pasado mes de febrero, en una subasta celebrada en la centenaria firma Philips, con sedes en Nueva York y Londres, un lienzo de Ostrowski se vendió por nada menos que 86.500 libras (unos 106.200 euros). Ese montante, que puede ser entre cuatro y diez veces superior al precio habitual de sus obras, llevó a The New York Times a relacionar a David Ostrowski con lo que el influyente diario estadounidense calificó de Flip Artists, jóvenes estrellas del arte cuyo trabajo estaría hinchándose a medida que cae en manos de los especializados en la rápida compra venta de obras.
Ese fenómeno “ha repuntado dado que acaudalados coleccionistas van a la caza de cuadros de artistas emergentes con el objetivo de venderlos rápidamente a cambio de obtener beneficios”, según ha explicado Katya Kazakina, de la agencia Bloomberg. Entre los artistas concernidos que más se mencionan, están el afincado en Londres, pero colombiano de nacimiento, Óscar Murillo o el estadounidense Lucien Smith. El precio de las obras de estos veinteañeros, en sólo dos años, ha ido aumentando en un 3.000%, de acuerdo con algunas estimaciones del sector.
En el entorno de Ostrowski explican que el éxito sin fronteras del artista se basa en el trabajo de los últimos dos años, marcados por presentaciones en las grandes citas internacionales del mundo del arte, ya sea en Europa, Estados Unidos, México u Hong Kong. Además de las exposiciones protagonizadas con Almine Rech en París y con Simon Lee en Londres o las que ha acogido Peres Projects en Berlín. “Llevando su trabajo a la atención del público de forma consistente como hemos hecho, acompañado del hecho que el trabajo de David tiene mucho mérito artístico, la gente se siente atraída” por sus obras, señalan a este magazine desde la galería que acoge los ‘Cuadros Emocionales’ de Ostrowski.
Eso sí, ni David Ostrowski ni su entorno tienen comentarios que ofrecer sobre los movimientos de los especuladores en el mercado internacional del arte. Al margen de ellos, los cuadros del pintor alemán constituyen una afirmación muy personal de la creación artística. Además, son muy apreciables -más allá de lo inaccesibles que resulten para el común de los mortales-.