En un ejercicio de nostalgia, cualquier lector nacido antes de los años 80 recordará el famoso número en el que un jovencísimo Pepe Viyuela quedaba atrapado por una silla plegable y solo conseguía complicar la situación en cada intento por escapar, entre quejidos y frases ininteligibles que arrancaban la risa fácil. De manera paralela, el dúo de cómicos Cruz y Raya, compuesto por José Mota y Juan Muñoz, ganaba terreno en el campo de la comedia española con sus parodias y su sarcasmo, con los que dejaron en el recuerdo personajes tan icónicos como "la Blasa", una anciana que se entrevistó con el mismísimo Eduard Punset.
Ahora, más de tres décadas después de sus pinitos en televisión, la película García y García une a Viyuela y Mota por primera vez en la gran pantalla. Los dos veteranos humoristas debutan en un proyecto conjunto como cómplices de la picaresca en una película de humor blanco que llega este viernes a los cines españoles y que suma a su elenco a otros imprescindibles de la comedia española del momento, como son Carlos Areces o Martita de Graná.
En esta cinta, dirigida por Ana Murugarren, Pepe Viyuela y José Mota se convierten en las personas elegidas para salvar de la quiebra a una aerolínea low cost en ruinas. El enredo, las casualidades, el intercambio de papeles y la perplejidad son algunos de los ingredientes de esta película, sobre la que ambos actores han hablado con Vozpópuli con motivo de su estreno en las salas.
Pregunta: En los últimos años se vive un auge de la comedia, quizás por la aparición de diferentes plataformas y canales más allá de la televisión o la radio. ¿A qué creéis que se debe?
Mota: Fue siempre y es una necesidad vital, pero ahora se acentúa un poco más por la situación. Este momento no se había visto nunca. Muchas veces he pensado que en 50 años no ha ocurrido nada, y piensas en los padres, que vivieron la Guerra Civil o la Segunda Guerra Mundial. Pero de repente viene esto y golpea el mundo entero. La gente ha estado constreñida, estamos entre rejas y la comedia nos invita a ser libres. Cuando ríes eres un ser humano libre y eso se demanda. No hay mejor compañero de viaje en esta aventura incierta que es la vida.
P: En la aparición de las nuevas generaciones de cómicos a través de nuevas vías, ¿cómo vivís el salto generacional y en qué os sentís vinculados a ellos?
Mota: El Club de la Comedia pone de manifiesto que una persona con talento y solo con un micrófono y una silla para posar su Fanta de naranja es suficiente para conquistar al espectador. Esto ha facilitado a mucha gente que quizás no tenía grandes medios para montar un gran espectáculo, y han tenido la posibilidad de usar su voz y líneas maravillosas de comedia poder conquistar al público, algo que me parece maravilloso.
Viyuela: Ahora, con las nuevas tecnologías y con las redes sociales se ha hecho posible difundir el humor de una manera mucho más sencilla. Antes nosotros necesitábamos que nos llamaran en TVE para que nos viera mucha gente hacer lo que hacíamos. Ahora mismo, Martita de Graná, por ejemplo, que aparece en la película, ha conseguido desde su casa convertirse en un referente del humor. Hay otras vías pero la esencia del humor sigue siendo la misma. Lo que existe es la posibilidad de mostrarlo de manera diferente. Pero no hay un salto generacional, yo me río mucho con la gente que es 40 años menor.
Los medios de difusión han cambiado pero la manera de reírnos de nosotros mismos como individuos y como sociedad no", afirma Pepe Viyuela
Mota: Quizás cambian las formas en las que se comunica el humor, pero los fondos son los mismos: la mezquindad y la ruindad. Cuando escuchas un monólogo te ríes de ti mismo porque otro te está contando tus miserias y tú las reconoces. Eso es interesante porque el humor cura, aprendes a digerir el monstruito que todos llevamos dentro.
Viyuela: Nos seguimos riendo con las comedias de Aristófanes, de Moliére, con el Quijote, con Chaplin, con Buster Keaton o con Martita de Graná. Los medios de difusión han cambiado pero la manera de reírnos de nosotros mismos como individuos y como sociedad no.
P: Mencionáis las redes sociales, donde habitualmente se pone la lupa ante lo políticamente incorrecto. ¿Creéis que se debe a una mayor exposición o a que la piel es más fina? ¿Puede esto llevar a la autocensura y coartar la libertad creativa del humorista?
Viyuela: La autocensura es un riesgo pero que probablemente haya existido siempre. La misma capacidad de difusión que existe al hacer un chiste se da también en la respuesta, que es inmediata y masiva. Tiene su riesgo, pero el humor se regenera y es una necesidad tan grande que por mucha represión que exista eso lo hará crecer con más fuerza. Es como podar un árbol, van a aparecer más ramas donde has cortado una.
Mota: El miedo y humor no pueden ir sentados en el mismo vagón, porque el humor es libre. No pondría prohibidos en el humor, igual que respeto que cada uno haga el humor que cada uno quiere hacer y que cada uno tenga sus códigos éticos. No puedes poner vallas en el campo, eso brota de las entrañas del ser humano. Al contrario, no hay que tenerle miedo al humor porque nos hace libres y nos eleva como sociedad.
Viyuela: Está muy bien hacer humor y soportar humor, genera diálogo y sobre todo buenos escuchadores y buenos ciudadanos.
La comedia te permite llegar a unos sitios que de otra manera resultarían crudos y ariscos", señala José Mota
P: Julián López declaró hace poco que la esencia de España se contaba mejor a través de la comedia.
Mota: La comedia te permite llegar a unos sitios que de otra manera resultarían crudos y ariscos. La comedia permite, con la risa y la carcajada, llegar a sitios que ponen vaselina a todo. Con una sonrisa lo sientes de otra manera. Claro que la realidad social se cuenta mejor con comedia, y además la política con comedia sería mejor política, quitaría hierro a toda la polarización.
Viyuela: Desde la novela picaresca, el propio Cervantes, nuestras comedias del Siglo de Oro ayudan a definir nuestros tiempos, por no hablar del gran humorismo español del siglo XX. García y García retrata esa parte de España en la que somos muy diferentes pero nos necesitamos.
P: ¿Qué cuenta García y García sobre la esencia de España?
Mota: Hay un retrato de la picaresca importante que se ve en la trama del personaje de Carlos Areces, que quiere especular con la compañía. No deja de ser en cierto modo una denuncia de cosas que están ocurriendo.
Viyuela: No hay que quedarse en lo local, es también un mensaje universal. La mezquindad no es propia de nuestro país, está extendida por todas partes.