Hombre rebosante de energía, obsesionado por el arte, a veces salvaje, otras frágil, pero absolutamente brillante. El legado de Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) renace este jueves en 66 salas de cine españolas gracias al documental Michelangelo, dirigido por David Bickerstaff, en el marco del ciclo Exhibition on screen, un ciclo que ya ha convertido la gran pantalla en una galería de arte al mostrar la obra de los autores más célebres de la Historia.
Hijo de Ludovico Buonarroti Simoni y Francesca di Neri, Miguel Ángel nació el 6 de marzo de 1475 en Caprese, un pueblo de la provincia toscana de Arezzo. En aquel momento Ludovico ejercía de alcalde en el municipio, pero a los pocos meses del nacimiento del artista, la familia volvió a Settignano, un pintoresco lugar elegido por los güelfos florentinos para pasar el verano, cercano a las famosas canteras de mármol.
Fue en Settignano donde convivió con la larga enfermedad de su madre, que finalmente murió cuando él tenía seis años, por lo que su padre decidió dejarle bajo el cuidado de una nodriza, mujer e hija de picapedreros. De ella solía comentar: "Juntamente con la leche de mi nodriza mamé también las escarpas y los martillos con los cuales después he esculpido mis figuras".
Los Ghirlandaio
Pese a la temprana inclinación de su vástago por el arte, Ludovico le obligó a estudiar Gramática en Florencia con el maestro Francesco da Urbino. En aquella época ser artista era un oficio poco reconocido, así que no fueron pocas las discusiones. Al final, el autor de los frescos de la Capilla Sixtina se salió con la suya y terminó ingresando en el taller de los famosos Ghirlandaio (Domenico y Davide). Su familia y los Ghirlandaio formalizaron un contrato de estudios durante tres años.
Pero esto es solo el comienzo de la tempestuosa vida del artista italiano. El filme abarca los 89 años de la relación que este personaje carismático mantuvo con sus contemporáneos renacentistas, además de recorrer su valioso legado. Michelangelo es una invitación a un tour, fotograma a fotograma, por las salas de impresión y dibujo de Europa, las grandes capillas y museos de Florencia, Roma y el Vaticano a través de las obras del artista.
Desde la imponente estatua de David, con todo detalle de venas gracias al zoom a la conmovedora Pietà en la Basílica de San Pedro, volando al techo de la Capilla Sixtina en un largo travelling. El documental ofrece imágenes de alta definición sobre las creaciones de un artista en búsqueda constante de inspiración, ayudando al público a reparar en detalles que quizá antes no había percibido, ni siquiera teniendo las obras delante.
La cinta de Bickerstaff, que también recoge los testimonios de los críticos de arte, profesores, artistas y expertos en restauración, muestra además los proyectos inacabados que dejó el artista, que saltaba de una obra a otra y nunca se valía de ayudantes por su obsesión por tenerlo todo controlado. Michelangelo es una buena forma de conocer a 'El Divino', como le bautizaron los admiradores de la época, en tan solo 90 minutos. Aquí una lista de los cines en los que se proyectará la película.