El tenis lleva años siendo uno de los deportes de moda. Desde las emblemáticas pistas de arcilla de Roland Garros, donde Rafa Nadal ha dejado su huella imborrable y ahora es otro español, Carlos Alcaraz, el que ha cogido su testigo, hasta las pistas de nuestros barrios, el tenis se ha consolidado en España como uno de los deportes más populares y accesibles.
Más allá de la emoción de los partidos y la diversión que ofrece, este deporte esconde una serie de beneficios para la salud que van más allá del acondicionamiento físico, ofreciendo un impacto significativo también en la salud mental. Con base en análisis de expertos, y guiados por la sabiduría de Tennishack, empresa líder en análisis de raquetas de tenis y recomendaciones del mundo del tenis, profundizamos en cómo este deporte puede mejorar nuestra salud integral.
Tenis: beneficios para el físico
La condición física que requiere el tenis es conocida, pero ¿sabías que practicarlo con regularidad puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y aumentar la longevidad? Un estudio publicado en el 'British Journal of Sports Medicine' titulado 'Associations of racquet sports with cardiovascular disease mortality: a prospective cohort study' demostró que las personas que practican deportes de raqueta, como el tenis, tienen un riesgo un 47 por ciento menor de muerte por enfermedades cardiovasculares.
Además, el tenis ayuda a desarrollar la coordinación motora y la agilidad. Los constantes cambios de dirección, giros y movimientos precisos fomentan la flexibilidad y el equilibrio, mientras que los golpes de raqueta fortalecen los músculos de los brazos, la espalda y las piernas.
El tenis favorece la salud mental
Sin embargo, el tenis como ejercicio físico no se queda solo en el ámbito físico. Los beneficios para la salud mental son igualmente significativos. El tenis exige concentración, anticipación y cálculo rápido, factores que entrenan la mente y favorecen la salud mental, ya que esto fortalece la mente para una mejor gestión futura de momentos de estrés.
Un estudio de la Universidad de Illinois titulado 'Exercise effects on cognitive function and neural plasticity to optimize mental health' llegó a la conclusión de que el ejercicio físico, como el que se realiza jugando al tenis, mejora la función cognitiva y fomenta la plasticidad cerebral, esencial para el aprendizaje y la memoria.
Además, “al tratarse de un deporte social, el tenis puede ayudar a reducir los sentimientos de aislamiento y soledad, incrementando el bienestar emocional. Participar en partidos o simplemente practicar con amigos puede fomentar lazos sociales y aumentar los niveles de satisfacción y felicidad”, nos dicen los expertos.
En resumen, el tenis es una actividad completa que beneficia tanto el cuerpo como la mente. Desde el fortalecimiento de músculos hasta el mejoramiento de la función cognitiva, los beneficios del tenis son innumerables. Además, al tratarse de un deporte accesible y que puede ser practicado a cualquier edad, representa una excelente opción para aquellos que buscan una actividad física divertida y beneficiosa para su salud integral.
Cómo iniciarte en el tenis
¿Listo para dar el primer saque? Los expertos recomiendan “comenzar de manera gradual y constante, especialmente si eres principiante. Un buen par de zapatillas, una raqueta apropiada y, sobre todo, muchas ganas de aprender y disfrutar, son suficientes para empezar a experimentar los beneficios del tenis en tu vida”.
Dicho esto, lo primero que deberías hacer si te apetece probar por primera vez este deporte es buscar información y no quedarte con dudas. Acude a expertos profesionales que te recomienden cómo y de qué manera iniciarte en el tenis antes de saltar a la pista. Es bueno, como en cualquier deporte, conocer las normas básicas sobre el sistema de puntuación, el reglamento, tipos de golpes o la equipación más adecuada para poder jugar y divertirte al máximo.
A la hora de buscar material para jugar al tenis, para empezar solo necesitarás lo básico, que será una raqueta, unas zapatillas cómodas (no juegues con sneakers de salir a pasear porque puedes sufrir algún resbalón o lesión indeseada) y ropa deportiva que te permita libertad para moverte por la pista. Déjate asesorar a la hora de comprar la raqueta, que puede costar a partir de 50 euros. ¡No es lo mismo ser Rafa Nadal que un principiante!
Como ya sabes, para jugar al tenis necesitarás un compañero de partido, aunque también puedes aprender con un profesor y una máquina lanzadora de pelotas para pelotear tú solo en un inicio. A partir de ahí es bueno encontrar un compañero con el que jugar con el que te lo pases bien y que tenga tu mismo nivel para que ninguno de los dos se aburra. Lo ideal es jugar al menos una vez a la semana para ir poco a poco progresando juntos y poder añadir emoción en cada partido que juguéis.
Y sí, como en cualquier deporte hay que tener paciencia al principio hasta que se va mejorando con la práctica. Es bueno que estés motivado y que sepas que tal vez al principio no le des a la bola como te gustaría. El tenis requiere dedicación y no tirar la toalla a la primera de cambio o después de un partido que no te haya salido como esperabas. Piensa que Nadal o Alcaraz solo hay uno y que tu objetivo es sentirte mejor por dentro y por fuera y, sobre todo, pasárselo bien jugando.
Trucos para jugar al tenis
Los expertos recomiendan:
- No perder de vista la bola. Puede parecer algo obvio, pero es clave para no cometer errores. La concentración es fundamental a la hora de jugar bien.
- Prepara tus golpes con tiempo. Reacciona con rapidez. En el tenis no hay mucho tiempo para pensar en la jugada que vas a hacer.
- Toma clases. Controlar los diferentes tipos de golpes y efectos, del cortado al plano o el efecto hacia atrás, es muy importante, por lo que lo mejor que puedes hacer es contar con un instructor que te enseñe desde cero cómo jugar.
- Añade a tus partidos algo más de ejercicio físico para ganar en fuerza y resistencia. Lo mejor es combinar la clase de tenis con dos o tres días más de entrenamiento de otro tipo, ya sea de fuerza como cardiovascular.
