Es temprano por la mañana. Superaste los días anteriores pero ya sentías que no podías con tu alma y que tu energía estaba más gastada de lo normal. Acabas de apagar el despertador y no tienes ganas de levantarte de la cama, y mucho menos de hacer tus tareas matutinas o ir al trabajo. Ahora sería un buen momento para saber cómo cargar las pilas por la mañana para despertarse perfectamente.
Tener muchas ganas de hacer cosas y ser una persona activa en cuanto uno se levanta es solo cosa de unos pocos. Sin embargo, debes tener en cuenta que es posible entrenar tu cuerpo para que se levante y se mueva sin ningún tipo de problema, pero requiere tiempo y dedicación. Para aquellos de nosotros que luchamos con sentirnos cansados por la mañana, es importante desarrollar estrategias para un impulso matutino.
El cuidado personal es muy importante: sentirse bien, comer sano, hacer ejercicio físico. Hay un serie hábitos saludables que ayudan con el amor propio y que pueden prepararte para el éxito. Incorporar este tipo de prácticas, especialmente por la mañana, puede ser un desafío. Todos estamos un poco atontados y perezosos, y la mayoría estamos bastante decididos a seguir nuestro camino. ¿Qué podemos hacer?
Invertir pensamientos y tiempo en las rutinas matutinas puede cambiar por sí solo la forma en que se desarrolla el resto del día. Imagínate despertarte con más energía, más flexibilidad, con menos estrés y menos ganas de salir corriendo por la puerta cuando acabas de llegar a la oficina. Te contamos algunas cosas que puede hacer para despertarte como si tuviera una batería infinita. Pon atención.
Crea una rutina de sueño
El primer paso para tener mañana con mucha más energía comienza antes de que abrir los ojos. Parece una obviedad, pero irse a dormir temprano es el paso más productivo para aprovechar al máximo el resto del día.
Cumplir con las obligaciones laborales, las tareas del hogar, los compromisos sociales y las diferentes adicciones las plataformas de streaming y sus series puede convertirse en toda una pesadilla si estás fatigado y no tienes ganas de nada. Pero hay formas de asegurarse de que estás en el camino correcto para darle a tu cuerpo el descanso constante que necesita desesperadamente.
Los adultos necesitamos tener de siete a nueve horas de sueño, por lo que establecer una alarma a la hora de acostarse en el teléfono es el pequeño esfuerzo que puedes hacer para recordarte a ti mismo que es hora de abrazar a Morfeo. No seas remolón y comienza a crear este hábito para aprovechar el tiempo mejor durante el día.
Selecciona un sonido de despertador suave (no el que parece una alarma nuclear). Muchos suelen elegir algunas notificaciones que son ruidosas y desagradables, así que escoge una que te despierte relajadamente para no levantarte alterado.
Si es posible, pon una canción que te guste mucho o te haga feliz. Con esto, el primer pensamiento en tu cabeza será brillante. Así ni siquiera querrás presionar el botón de repetir alarma, solo querrás bailar y no podrás quedarte dormido con esa sensación. Antes de que te des cuenta será mucho más fácil salir de debajo de las sábanas de lo que pensabas.
Después de configurar tu móvil, colócalo lo suficientemente lejos de la cama pero al alcance del oído (no vayas a quedarte dormido). ¿Para qué esta distancia? Así evitarás cogerlo involuntariamente para examinar Instagram, Facebook y leer prensa que pueda estancar o afectar negativamente a la mañana siguiente.
Ducha fría para despertarse
Las duchas frías por a primera hora pueden darte mucha energía. Mientras que las de agua caliente tienden a relajar el cuerpo y la mente, las bajas temperaturas del agua pueden provocar lo contrario a una persona cuando se despierta.
De hecho, un estudio señala que el agua fría hace que los vasos sanguíneos de los tejidos más profundos se dilaten, lo que aumenta la frecuencia cardíaca, el flujo sanguíneo y la circulación. Por lo tanto, pueden estimular al cuerpo para que se despierte y hacer que esté más alerta.
Si eres una persona ni por asomo te darías una ducha a menos de 25 grados, puedes intentarlo lavándote solamente la cara, algo que puede producir un efecto estimulante similar.
Deja los estimulantes y desayuna ligero
Seguro que eres una de esas personas que se toma un café, un té o una bebida con taurina cada mañana para obtener ese empuje que está buscando. Los estimulantes son una forma sencilla de conseguir energía por la mañana al despertarse y son opciones populares para el desayuno porque son efectivas.
Sin embargo, muchas personas pueden experimentar un bajón después de unas pocas horas y los niveles de energía pueden caer incluso más que antes. Una investigación señala que, si bien las habilidades cognitivas pueden recibir un impulso con la cafeína, estos niveles se reducen alrededor de 5 horas después. Esto podría empujar a alguien a consumir mayores cantidades para mantenerse despierto o alerta y acabar afectando al sueño de por la noche, provocando más fatiga a la mañana siguiente.
Además, aunque dicen que el desayuno es la comida más importante del día, comer mucho a primera puede tener el efecto contrario, ya que las personas pueden notar que se sienten más lentas a medida que se digieren los alimentos.
Dieter
Nada como un buen vaso de whisky y una buena clencha de cocaína. Mano de santo...