Cumplir años disfrutando de una buena salud y calidad de vida es, sin duda, el objetivo de todos. Sin embargo, no siempre es fácil. Son muchos los que se cuidan esforzándose por comer sano, practicando ejercicio físico y estimulando la mente, sin embargo, hay quienes no están recibiendo los nutrientes que su cuerpo necesita, y lo desconocen.
Tal y como señalan los expertos, a medida que pasan los años, se evidencian cambios en nuestro cuerpo. Cambios en el organismo que van desde un aumento de la grasa corporal y una disminución de la masa muscular a una ralentización del metabolismo o un aumento del riesgo de sufrir enfermedades crónicas.
Así, a partir de los 50 años, es más importante que nunca comer bien y cuidar los alimentos que forman parte de nuestra dieta diaria, para prevenir estos y otros cambios relacionados con la edad. Es entonces cuando debemos prestar más atención a los nutrientes que nuestro organismo necesita.
La importancia de los nutrientes a medida que envejecemos
A medida que envejecemos, las personas experimentan una deficiencia de algunos nutrientes que son esenciales para la salud. Algo muy común que se debe a varias razones. La primera de ellas, a que nuestra capacidad de absorber los nutrientes tiende a disminuir con la edad. Otro de los motivos más comunes es la falta de apetito, algo que a menudo acompaña al envejecimiento. Pero además, el déficit de alguno de los nutrientes imprescindibles puede deberse a un simple desconocimiento de su importancia y de la carencia del mismo.
Y es que la falta de alguno de los nutrientes esenciales puede afectar mucho a la salud. Tal y como apuntan desde Sanitas, “el impacto de la malnutrición entre las personas mayores supone un mayor riesgo de contraer enfermedades e incluso de mortalidad, la aparición de deterioro cognitivo, anemias, dificultad para controlar muchas enfermedades y una aceleración de las enfermedades degenerativas, que ya de por sí, producen malnutrición”.
Los nutrientes que más necesitas con el paso de los años
Según reconocidas instituciones como la Organización Mundial de la Salud, es importante mantener una alimentación sana y equilibrada durante todas las etapas de la vida. Una alimentación que incluya principalmente frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales y en la que se reduzca la ingesta de sales y azúcares.
Así, los expertos señalan unos nutrientes vitales para la salud y que es habitual no recibir la suficiente cantidad con el paso de los años.
Calcio
Es uno de los pilares más importantes de una nutrición saludable. El calcio garantiza la buena salud de los huesos, y se vuelve más necesario con el paso de los años, cuando es frecuente que la dieta habitual no sea suficiente para cubrir las necesidades. Por eso, es imprescindible prestar atención y reforzar el consumo de alimentos ricos en calcio y, en caso necesario, de complementos alimenticios.
Su déficit puede ocasionar consecuencias en la salud como osteoporosis, dolor en las articulaciones, calambres musculares e incluso arritmias.
Vitamina B12
Según los expertos, en torno a los 60 años, nuestra capacidad para absorber esta vitamina esencial disminuye. La vitamina B12 ayuda al buen funcionamiento del sistema nervioso y a la formación de glóbulos rojos, entre otras cosas. Así, su carencia puede provocar cansancio y problemas neurológicos.
Magnesio
Tal y como apuntan los estudios, un gran porcentaje de la población mayor de 60 años no ingiere la cantidad diaria necesaria de este mineral. El déficit de magnesio está relacionado con problemas cognitivos, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, depresión, trastornos del sueño y derrames cerebrales, entre otros.
Vitamina B6
A partir de los 50 años, el cuerpo no absorbe la vitamina B6 de la misma manera que una persona más joven. Por eso es importante llevar una dieta con alimentos ricos en este nutriente relacionado con el sistema nervioso central y la salud inmunitaria. Alimentos como el hígado, el pollo, el pescado, las patatas o las alubias.
Fibra
A medida que envejecemos, nuestro sistema digestivo se vuelve más lento y con menos fuerza, lo que puede provocar estreñimiento. Por eso es importante ajustar la cantidad de fibra que ingerimos. La fibra además ayuda a mantener una buena salud cardiovascular y reduce el riesgo de padecer algunas enfermedades como la diabetes o cierto tipo de cáncer.
Vitamina D
Imprescindible tanto para el sistema nervioso e inmunitario como para garantizar el buen estado de músculos y huesos, la vitamina D ayuda al organismo a absorber el calcio, un nutriente esencial a medida que envejecemos.
Desde hace años, los expertos advierten de los bajos niveles de vitamina D de la población, algo que puede provocar desde una pérdida de densidad ósea que ocasione osteoporosis y fracturas; debilidad muscular; fatiga y cansancio; y problemas de ánimo.
Omega 3
Los ácidos grasos Omega 3 son esenciales para la salud y están relacionados con una mejor salud cerebral y cardiovascular, dos aspectos que cobran mayor relevancia en las personas mayores. De hecho, las enfermedades del corazón son más comunes en personas mayores de 65 años, y continúan siendo una de las principales causas de muerte.
El organismo no produce por sí solo los omega 3, por lo que hay que adquirirlo a través de la alimentación, con alimentos como los pescados grasos y mariscos, las nueces y semillas y aceites.