La Organización Mundial de la Salud (OMS) ve claro cuántas horas de sueño necesita una persona para mantener en equilibro a nuestro organismo. Dormir poco suele afectar a la salud. El insomnio es uno de los grandes temores cuando llega la noche y nos vamos a la cama. Para evitar estar horas y horas mirando al techo sin poder conciliar el sueño, se han explicando durante años diferentes trucos que se pueden llevar a cabo con los que nos resultará más fácil poder dormir. Hasta Harvard ha querido facilitar la vida de miles de personas con su propio secreto.
El problema con el sueño no es algo nuevo. Según la Sociedad Española del Sueño se estima que entre un 20% y un 48% de los ciudadanos tienen problemas para dormir. De hecho, el insomnio crónico lo llega a sufrir un 10% de la población, es decir, 4,7 millones de personas. No solo es importante el número de horas que dormimos. También lo es la calidad del sueño. Algunos factores que influyen de manera negativa para poder dormir bien son el estrés, la mala alimentación o el sedentarismo.
La OMS considera que dormir mal puede alterar el funcionamiento correcto del organismo y también puede provocar que se generen dolencias que puede prolongarse a lo largo del tiempo. También puede conllevar en un aumento del apetito, problemas de concentración o reducción en los reflejos. A pesar de que siempre hemos creído que el descanso y dormir es fundamental para los más pequeños de la casa, también lo es importante para los mayores.
La OMS dice las horas que debe dormir un mayor de 65 años
La OMS recomienda que una persona en edad adulta y, por lo tanto, también cuando se superan los 60 años, debe descansar al menos 6 horas al día. Desde la organización tienen claro e insisten que dormir no es un placer, más bien es una necesidad que tenemos todas las personas. Como hemos dicho, la falta de sueño puede dar lugar a la alteración del organismo aumentando el riesgo de poder sufrir algún accidente en nuestra vida diaria.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los trastornos de sueño se pueden clasificar en dos tipo: primarios y secundarios. En los primarios se encuentra el insomnio, que es el más frecuente las personas. Para los expertos de la organización este trastorno está relacionado con la "dificultad para conciliar o mantener el sueño" o, por ejemplo, "una sensación de sueño poco reparador" que puede generar malestar a la hora de realizar diferentes aspectos de nuestra vida.
Por otro lado, está la hipersomnia, es decir, el sueño excesivo. Se suele conocer también como somnolencia. Este trastorno hace que las personas que lo sufran se sienta con sueño durante todo el día y "duerma más durante la noche".
En cuanto a los secundarios, la OMS coloca aquí al síndrome de las piernas inquietas o de apnea obstructiva del sueño.
¿Qué puede ayudarnos a conciliar el sueño? Hay que tener en cuenta que la composición de algunos alimentos pueden afectar o favorecer al sistema nervioso alterando el sueño. La OMS cree que las frutas que contienen vitamina C, es decir, los cítricos pueden favorecer a mantenernos despiertos por lo que es importante consumirlos por el día. Lo mismo ocurre con los hidratos de carbono de absorción lenta, por ejemplo, los cereales.
Por otro lado, el calcio y magnesio favorecen el descanso durante la noche. La OMS recomienda que se consuman lácteos por la tarde puesto que hace que se forme serotonina. También dicen que se evite el consumo de chocolate, té, café, alcohol o bebidas energéticas. Para todas esas personas que les cueste coger el sueño por la noche, la Organización Mundial de la Salud lanza varias recomendaciones: realizar ejercicio todos los días por la mañana, ir a dormir y despertarse a la misma hora, etc.