Que la tradición haya consolidado una práctica cualquiera en la rutina diaria no quiere decir que sea la más correcta, la más eficaz o la más recomendable. El café es rico en antioxidantes, combate el sueño y previene algunas enfermedades como el Parkinson, entre muchos otros beneficios. Pero eso no viene a decir que hay que abusar de él.
Los seres humanos tienden a imitar o copiar lo que ven del resto de personas que les rodea y muchos establecen sus actividades diarias en función de lo que otros dicen o hacen. El caso más cercano está en los influencers, pero tiempo atrás ya existían los líderes de opinión (apodados de esta forma por Paul Lazarsfeld) y diferentes ideas que compartían y ponían en práctica gran parte de la sociedad.
Un claro ejemplo está en aquellas personas, sobre todo de mayor edad, que cada día tienen que tomarse un determinado número de pastillas y deciden acompañarlas con un café (o incluso cualquier otra bebida que no sea agua). Es más que evidente que España es un país donde el café forma parte de su cultura y su gastronomía, pero ello no lo exime de no ser la mejor opción para ingerir las pastillas.
Es más, la ciencia apoya la recomendación de no tomar medicina oral con otras bebidas diferentes al agua. Si bien existen algunas excepciones, prácticamente todos los fármacos necesitan de una buena cantidad de agua a temperatura ambiente y tener en cuenta que muchos de ellos avisan en sus etiquetas o recipientes de los diferentes riesgos que pueden darse en la salud si estas píldoras son mezcladas con demás bebidas, como puede ser el caso del café.
Un estudio asiático expone los riesgos de mezclar las pastillas con el café
Investigadores de Arabia Saudita comprobaron los efectos derivados de ingerir comprimidos de paracetamol e ibuprofeno con leche, café, zumo o una bebida azucarada y carbonatada. En concreto, el estudio demostró que estos se desintegran de forma más lenta y, por lo tanto, tardan más tiempo en liberar el medicamento como tal a fin de que este proporcione el efecto en cuestión en el propio organismo.
Las sustancias que contienen todas estas bebidas (como la cafeína o la teína) son, además, estimulantes del sistema nervioso y por eso tampoco se recomienda mezclarlas con píldoras que también lo hacen. Por ejemplo, tomarse un paracetamol con una taza de café podría provocar nerviosismo, irritabilidad, temblores, insomnio o incluso arritmias cardíacas. El estudio también señala que se tienen que evitar estos caldos si se toman medicamentos para el insomnio o litio, ya que estos disminuyen o anulan aquellos efectos deseados.
En el caso de los refrescos, especialmente los que contienen gas, otra investigación demostró que el ácido carbónico y la cafeína aumentaban la absorción de muchos medicamentos, incluso el ibuprofeno o el propio paracetamol. Es decir, la sangre entonces contará con mayor cantidad de fármaco y puede llegar a darse un riesgo por intoxicación. Respecto a los lácteos, por el contrario, el calcio también hace que algunas dosis no se absorban correctamente y que no se noten suficientemente sus efectos. Es por ello que los expertos, al igual que sucede con el café, también recomiendan tomar medicinas apartados de todas estas bebidas.
En general, se recomienda no consumir tampoco bebidas alcohólicas cuando se están tomando medicinas, especialmente si se trata de ácido acetilsalicílico (aspirina), paracetamol y antiinflamatorios no esteroideos, como el caso del ibuprofeno. Tampoco hacerlo si la ingesta es de antipsicóticos (ya que puede provocar alteraciones) o algunos depresivos como fluvoxamina o amitriptilina (deriva en riesgos de somnolencia y cansancio).
Por norma general, hay que tener en cuenta que para tomar fármacos orales se recomienda beber bastante cantidad de agua. Si solo se toma un pequeño trago, se corre el riesgo de que la píldora, según la composición, quede parada e incluso pique en la garganta, en el esófago o en el estómago. Eso puede provocar molestias durante un tiempo determinado e incluso otros efectos más graves, como irritación o úlceras. Por estos motivos, y muchos otros, es importante consultar las instrucciones de todos los medicamentos y seguir las indicaciones de los médicos y demás profesionales.