La perimenopausia, también conocida como la transición menopáusica, es el período previo a la menopausia, durante el cual los ovarios gradualmente comienzan a producir menos estrógeno. Suele comenzar varios años antes de la menopausia propiamente dicha, cuando los ciclos menstruales de una mujer eventualmente cesan. Por eso, es necesario saber cuáles son las fases y distinguir sus primeros síntomas para poner remedio cuanto antes. Eso es fundamental para una buena salud y una calidad de vida que siga siendo igual en esos momentos vitales.
La edad de inicio varía, pero comúnmente comienza en mujeres de entre 40 y 50 años, pero puede variar dependiendo de factores genéticos y de estilo de vida. Algunas mujeres pueden experimentar síntomas ya en los 30, especialmente si tienen un historial familiar de menopausia temprana. Este período se caracteriza por una serie de cambios hormonales que pueden ser impredecibles y afectar de manera significativa la salud.
A diferencia de la menopausia, que se define como el cese permanente de los períodos menstruales, la perimenopausia es un proceso gradual y puede variar considerablemente en duración y en síntomas experimentados. La perimenopausia puede durar entre unos meses y hasta 10 años, y se considera terminada cuando la mujer ha pasado 12 meses consecutivos sin menstruación, lo que marca la llegada de la menopausia.
La perimenopausia ocurre debido a la fluctuación y disminución de los niveles de estrógeno y progesterona, hormonas clave en la regulación del ciclo menstrual. Comprender qué es la perimenopausia y cuáles son sus síntomas es clave para atravesar este período de transición de la mejor manera, reduciendo así su impacto en tu vida cotidiana. Aprender a reconocer estos cambios puede proporcionarte no solo alivio, sino también una mayor sensación de control sobre tu salud a medida que te acercas a la menopausia.
La perimenopausia puede durar varios años. Foto: Pixabay.
Fases de la perimenopausia
Como decíamos, la perimenopausia puede durar desde unos pocos años hasta más de una década. En general, la transición completa hacia la menopausia dura un promedio de cuatro a ocho años. Durante este tiempo, las mujeres pasan por varias fases distintas:
1. Ciclos menstruales más cortos. Esto ocurre generalmente unos pocos años antes de que los ciclos se vuelvan irregulares, con cambios en la duración y la cantidad del flujo menstrual. En el momento en el que empieces a notar ese cambio, es recomendable decírselo a tu ginecólogo.
2. Ciclos menstruales irregulares. A medida que los ovarios producen menos estrógenos, los ciclos pueden volverse impredecibles. Algunos ciclos pueden ser muy cortos, mientras que otros pueden ser sorprendentemente largos o incluso ausentes durante varios meses consecutivos.
3. Disminución prolongada de la producción hormonal. La producción de estrógenos disminuye de manera más significativa, lo que puede provocar un aumento en los síntomas típicos de la menopausia, como los sofocos y la sequedad vaginal.
4. Transición hacia la menopausia. La última fase de la perimenopausia ocurre cuando una mujer ha tenido un período prolongado sin menstruación. La menopausia se confirma cuando ha pasado un año completo sin un ciclo menstrual.
Síntomas y cómo manejarlos
Estos cambios pueden manifestarse en una variedad de síntomas que varían en intensidad y naturaleza de mujer a mujer. Desde Flavia®, de Laboratorios Lacer, nos dan las claves para identificar que estamos pasando por la perimenopausia y poder hacer frente cuanto antes a esos incómodos síntomas:
-Cambios menstruales e irregularidad en los ciclos. Identificar este síntoma es importante para entender que se está entrando en la fase de perimenopausia. Mantener un registro menstrual puede ayudar a monitorear estos cambios y discutirlos con el ginecólogo para gestionar mejor cualquier complicación.
-Sofocos. Para manejar los sofocos, intentar reducir el consumo de alimentos picantes, cafeína y alcohol, mantener un ambiente fresco, especialmente por la noche, y vestir ropa de capas que se puedan quitar y/o poner cuando se necesite.
Un estilo de vida saludable ayuda a manejar la perimenopausia. Foto: Pixabay.
-Cambios de humor. Algunas técnicas de manejo del estrés como el yoga, la meditación y ejercicio regular pueden ser muy útiles. Además, hablar con un terapeuta o unirse a un grupo de apoyo puede proporcionar las herramientas necesarias para sobrellevar estos cambios emocionales.
-Sequedad vaginal. Causado por la disminución de los niveles de estrógeno, puede hacer que las relaciones sexuales sean incómodas o dolorosas. El uso de lubricantes a base de agua o hidratantes vaginales puede aliviar este síntoma. Siempre es bueno comentárselo al ginecólogo para que nos ayude a llevarlo mejor y nos dé las claves para seguir con una buena salud sexual incluso en esa etapa y la posterior.
-Dolor de pechos y ovarios. El dolor o sensibilidad en los pechos puede fluctuar en relación con los ciclos menstruales irregulares durante la perimenopausia y el de ovarios puede ser intermitente y a menudo estar relacionado con la ovulación o los ciclos menstruales irregulares. Si el dolor es preocupante o persistente, es importante consultar a un médico para descartar otras posibles causas.
-Insomnio y dificultad para dormir. El insomnio y las interrupciones del sueño son comunes durante la perimenopausia, llegando a afectar la calidad de vida. Practicar una buena higiene del sueño, como establecer una rutina regular para dormir, evitar la estimulación con dispositivos electrónicos antes de acostarse y crear un ambiente cómodo y relajante en el dormitorio, puede ayudar. Si el insomnio persiste, se debe hablar con un médico sobre otras opciones de tratamiento.
Para manejar los síntomas de la perimenopausia, se pueden adoptar varios enfoques:
- Alimentación en la perimenopausia: Incorporar una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros puede ayudar a equilibrar las hormonas y aliviar algunos síntomas. Llevar un estilo de vida saludable es clave para sentirte bien por dentro y por fuera.
- Ejercicio regular: Ayuda a mantener el peso, mejora el estado de ánimo y contribuye a una mejor salud general. No olvides incluir sesiones de fuerza, básico para fortalecer músculos y huesos y evitar dolores y problemas más importantes.
- Ayuda a través de los complementos alimenticios: Existen complementos a base de lúpulo, que contribuye a mantener una menopausia tranquila y confortable, ayudando a aliviar molestias relacionadas como sofocos, sudoración, inquietud irritabilidad; melatonina, que ayuda a disminuir el tiempo necesario de sueño; y vitamina B12, B6 y folatos, que ayudan a reducir el cansancio y la fatiga entre otros.
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