Se estima que la depresión afecta a un 3,8 por ciento de la población mundial, o lo que es lo mismo, aproximadamente a 300 millones de personas. Así lo señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) que asegura que esta enfermedad frecuente “puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es recurrente y de intensidad moderada o grave”.
Aunque aseguran que no es fácil cuantificar las personas exactas que padecen depresión, pues no todas están diagnosticadas y tratadas, se estima que en 2020 en nuestro país tuvieron depresión 2,1 millones de españoles, de los cuales, al menos 230.000 casos fueron considerados graves, según los datos de la última encuesta europea de salud en España.
Según definen desde Quirónsalud, la depresión “es un trastorno del estado de ánimo que repercute negativamente en la vida diaria de la persona que lo padece. Se caracteriza por un profundo sentimiento de tristeza o una falta de interés o placer por las actividades cotidianas”.
Así, la depresión es una enfermedad a la que hay que prestar especial atención. Sobre todo tras los datos ofrecidos por la OMS que prevé que para 2030 sea la primera causa de discapacidad en jóvenes y adultos. Para ellos, expertos y autoridades recomiendan buscar el tratamiento adecuado en cada caso. Y es que no todos los tipos de depresión son iguales, ni cuentan con los mismos síntomas ni circunstancias. Por ello, es imprescindible recurrir a un profesional que valore la manera de tratarlo.
Conscientes de la importancia de esta enfermedad, que va vivido un considerable aumento de casos en los últimos tiempos, sobre todo tras la pandemia de 2020, son muchos los estudios que trabajan para ayudar a quienes lo sufren. Estudios como el llevado a cabo por investigadores de la University of South Australia, que han demostrado cómo la actividad física puede llegar a más eficaz que cualquier otro tratamiento.
El ejercicio físico, el mejor tratamiento para combatir la depresión, según un estudio
Publicados en el ‘British Journal of Sports Medicine’, los resultados de este estudio concluyen la eficacia de la actividad física para tratar la depresión. Así, los investigadores piden que el ejercicio sea “un enfoque fundamental para controlar la depresión ya que llega a ser 1,5 veces más efectivo que la terapia o los principales medicamentos."
Con 128.119 participantes, este estudio supone la revisión más completa de todos los estudios sobre el ejercicio y salud mental realizados hasta la fecha.
Según los investigadores de la University of South Australia, doce semanas de ejercicio regular son suficientes para notar cambios en la persona y para empezar a reducir los síntomas de la depresión. Además, las conclusiones del estudio aseguran que el ejercicio físico que mayores beneficios a nivel mental tiene es el de mayor intensidad en ráfagas de duración corta y media, “aunque todos los tipos de actividad física y ejercicios eran beneficiosos, incluido ejercicios aeróbicos como caminar, el entrenamiento de resistencia, el pilates o le yoga”.
En las conclusiones, e Dr. Ben Singh, investigador principal de la University of South Australia, señala: “Se sabe que la actividad física ayuda a mejorar la salud mental. Sin embargo, a pesar de la evidencia, no ha sido ampliamente adoptado como tratamiento de primera elección”.
Además, el experto añade: “Es importante destacar que la investigación muestra que no se necesita mucho ejercicio para lograr un cambio positivo en su salud mental”.
“Nuestra revisión muestra que las intervenciones de actividad física pueden reducir significativamente los síntomas de depresión y ansiedad en todas las poblaciones clínicas, y algunos grupos muestran signos de mejora aún mayores” apunta el doctor Singh. Y es que este estudio señala que “los mayores beneficios se observaron entre las personas con depresión, las mujeres embarazadas, en posparto y las personas diagnosticadas con VIH o enfermedad renal”.