Miedo a la soltería: así se alimenta la búsqueda de pareja cuando termina el verano

La soltería es algo que muchas personas valoran, sobre todo, durante los meses de verano, pero cuando llega el otoño, son muchos los que se impacientan por encontrar una pareja con la que compartir el frío invierno. Ese miedo a la soltería crece cuando entramos en septiembre y se terminan las eternas noches estivales, las vacaciones y las salidas con amigos y empieza la rutina diaria, el trabajo y las largas tardes de invierno en las que algunos echan de menos compartir algunos planes de sofá, manta y película.

Conocido popularmente como el Síndrome de Bridget Jones se trata de un miedo irracional y persistente a estar solos y no encontrar pareja, algo que incluso puede llegar a tomar la forma de una fobia. La anuptafobia, nombre utilizado en psicología para definir el citado síndrome, puede manifestarse a través de una serie de señales físicas y emocionales como la ansiedad crónica debido a la preocupación constante por encontrar a alguien con la que compartir la vida a nivel sentimental, pensamientos obsesivos e intrusivos relacionados con el miedo a permanecer soltero para siempre, el aislamiento social para evitar comparaciones con parejas felices o sentimientos de tristeza y angustia ante una soltería que puede alargarse en el tiempo.

Según un estudio publicado por Adaptive Human Behavior and Physiology en el que se trataba de entender cómo el miedo a la soltería influía en el esfuerzo que las personas ponían en las citas, aquellas personas solteras que temían estar demasiado tiempo sin pareja ponían mucho más de su parte para atraer y mantener relaciones. Para ellos, el miedo a la soltería o la ansiedad por no tener una pareja surgieron como un elemento motivador a la hora de tener citas. 

Este miedo, según el estudio, incita a las personas a trabajar más duro en las citas, ya sea dedicando más tiempo a la apariencia física, planificando más actividades sociales o participando en citas a través de redes sociales y plataformas para ligar. Cuanto más teme alguien estar solo, más se esfuerza por encontrar pareja. 

Causas del miedo a la soltería

Las causas que llevan a una persona a sentir miedo a la soltería o a no tener pareja, sobre todo, cuando entramos en la época otoñal, son muchas y varían entre personas, pero estas serían las más comunes:

Presión social y cultural: Muchas culturas valoran el matrimonio y las relaciones de pareja como un estándar de éxito. Esta presión puede llevar a que las personas sientan miedo de no cumplir con estas expectativas por parte de amigos o familia.

Miedo a la soledad: Algunas personas asocian la soltería con la soledad y el aislamiento, lo que genera un temor profundo a no tener compañía, especialmente en etapas avanzadas de la vida.

Baja autoestima: Aquellas personas que no se sienten lo suficientemente valiosas o atractivas pueden temer quedarse solteras, creyendo que no merecen amor o que no son capaces de atraer a una pareja.

Inseguridad sobre el futuro: El miedo a lo desconocido o a no tener un compañero o compañera para compartir la vida puede generar ansiedad. 

Experiencias pasadas: Traumas o relaciones fallidas anteriores pueden contribuir al miedo a la soltería. Las personas que han pasado por rupturas dolorosas pueden temer volver a estar solas.

Idealización de la pareja: Algunas personas idealizan las relaciones de pareja como la única fuente de felicidad y realización personal. Esto puede llevar a un miedo irracional a la soltería, al pensar que estar sin pareja equivale a una vida incompleta o infeliz.

Perder el miedo a la soltería

La soltería es una oportunidad para crecer y aprender sobre ti mismo. Al enfrentar y superar este miedo, te preparas para construir relaciones más sanas y satisfactorias en el futuro, si decides tenerlas. El miedo a la soltería es algo común que tampoco debe preocuparnos en exceso y puede haber momentos en los que estar soltero quizá nos resulta más difícil de llevar, pero se puede manejar y superar. Aquí tienes algunos consejos para enfrentarlo:

Aceptar tus sentimientos: Reconocer que tienes miedo es el primer paso. No te juzgues por sentirlo. En lugar de eso, trata de entender de dónde proviene y cómo has llegado a esa situación.

Enfocarte en el autocuidado: Aprovecha tu tiempo para cuidar de ti mismo. Esto puede incluir desde desarrollar hábitos saludables, practicar ejercicio, meditar, hasta dedicarte a hobbies que te apasionen o a pequeños detalles, como un perfume o una crema con un aroma rico, que te hagan sentir bien.

Fortalecer la autoestima: Trabaja en tu autoconfianza y en sentirte bien cuando estés solo. Reconoce tus logros y cualidades, y valora el hecho de que puedes ser feliz y completo por ti mismo, sin necesidad de una pareja. Si llega bien, sino también.

Ampliar tu red social: Cultiva relaciones significativas con amigos, familiares y nuevas personas. Tener un círculo social sólido puede ayudarte a sentirte conectado y apoyado, lo que reduce la sensación de soledad. Ahora puedes conocer a gente interesante a través de aplicaciones en las que compartir aficiones y quien sabe si algo más. No te cierres a lo bueno que pueda llegar. Aprender algo nuevo también es bueno, ya que no solo te mantiene ocupado, sino que también aumenta tu sensación de competencia y realización personal.

Cambiar la perspectiva sobre la soltería: La soltería no es algo negativo, sino una etapa que puede ser enriquecedora. Aprovecha para conocerte mejor, descubrir lo que realmente quieres en la vida y en una relación de pareja, disfruta de la libertad que tienes para hacer lo que te apetezca, conoce gente nueva o incluso viaja solo, una experiencia que seguro será enriquecedora.

Establecer metas personales: Define objetivos que sean importantes para ti y trabaja hacia ellos. Tener metas claras te mantendrá enfocado y motivado, y te ayudará a construir una vida plena independientemente de tu estado civil.

Buscar apoyo profesional: Si sientes que el miedo a la soltería te está afectando de manera significativa, considera hablar con un terapeuta que puede ayudarte a explorar tus sentimientos y desarrollar estrategias para enfrentarlos.