JOMO es un término relativamente novedoso. Seguro que has oído hablar del FOMO ('fear of missing out'), que es el miedo a perderse cualquier cosa en las redes sociales, pero ahora, muchos jóvenes han querido reivindicarse ante este término creando JOMO ('joy of missing out'), la alegría o el placer de perderse las cosas.
Es imposible cuantificar la cantidad de contenido que se puede consumir en un día: miles de vídeos, planes, actividades, etc. Los jóvenes viven bombardeados de tal cantidad de información que a veces les es imposible desconectar. Según el informe 'Nacer en la era digital: La generación de la IA' de Qustodio, plataforma de seguridad online y bienestar digital para familias, los menores pasan una media de cuatro horas al día frente a las pantallas consumiendo todo tipo de contenido solamente en sus dispositivos personales.
Mientras que FOMO describe la ansiedad que surge al sentir que se está perdiendo eventos, experiencias o información importantes, y puede llevar a una comparación constante y un sentimiento de estar perdiéndose algo importante si no se participa en esos eventos o actividades; JOMO celebra la satisfacción y el alivio que se obtiene al desconectar y no participar en todo.
El término FOMO fue popularizado por el empresario y estratega de marketing Dan Herman en un artículo publicado en 2000, donde exploraba los comportamientos de consumo y las ansiedades relacionadas con la posibilidad de perderse experiencias valiosas o gratificantes. El término JOMO ha ganado importancia especialmente en contextos de bienestar y salud mental, como una forma de contrarrestar el estrés y la ansiedad asociados con el uso excesivo de las redes sociales y la tecnología.
JOMO ante la presión social
Ante esto, muchos de ellos deciden poner un poco de distancia con la tecnología, sobre todo de las redes sociales, y priorizar lo que uno realmente quiere hacer, enfocándose en el autocuidado y en disfrutar de los momentos de calma que personalmente aportan felicidad, sin sentirse mal por perderse actividades o eventos y sin que la presión social les obligue a cambiar sus ideas, así funciona el JOMO.
¿Cómo afrontan los jóvenes esa presión social? Si cada vez que suena una notificación sienten la necesidad de dejar lo que están haciendo para mirar el móvil o son incapaces de decir que no a un plan, aunque no les apetezca, probablemente estén sometidos a una dependencia tecnológica que puede impedirles disfrutar de hacer lo que ellos realmente quieren.
Cómo practicar el JOMO
Los expertos de Qustodio nos dan algunos consejos para poder llevar a cabo el JOMO y disminuir la ansiedad que provoca el uso de redes sociales:
-Desactivar las notificaciones: como se ha comentado anteriormente, las notificaciones nos llevan a no dejar de estar pendientes de los dispositivos tecnológicos. No tenerlas activadas ayudan a estar más relajados, menos estresados y ser más productivos, además de no estar mirando constantemente la pantalla del móvil.
-Utilizar filtros de contenido: muchas veces la ansiedad de estar informados 24/7 viene derivada de recibir mucha información y tratar de estar siempre pendiente de todo lo que ocurre, por lo que, es importante priorizar solo aquello que interesa realmente.
-Limitar el tiempo en las aplicaciones: las RRSS pueden “atrapar” a los menores durante horas llegando ser una adicción para ellos. Por eso, es recomendable limitar el tiempo que se pasa frente a las pantallas.
Emily Lawrenson, gerente de comunicaciones de la plataforma, explica que “a según qué edades los jóvenes pueden estar sometidos a una presión social que les obliga a hacer cosas que igual no les apetecen. Tienen que aprender a disfrutar de lo que les gusta y evitar sentir esas obligaciones que, a la larga, pueden tener efectos negativos sobre ellos. Prácticas como el JOMO pueden ser muy efectivas si sienten ese tipo de dependencia tecnológica”.
Desconéctate con estos consejos
Desconectar de la tecnología durante las vacaciones o los días libres puede ser un desafío, pero es esencial para recargar energías y disfrutar del presente. Aquí tienes algunos consejos para lograrlo:
- Define un propósito claro: Establece un objetivo claro de por qué quieres desconectar (por ejemplo, relajarte, reconectar con la naturaleza, pasar tiempo de calidad con seres queridos). Tener un propósito te ayudará a mantener la motivación.
- Planifica actividades sin tecnología: Organiza actividades que no requieran el uso de dispositivos electrónicos, como leer un libro, hacer senderismo, practicar deportes, visitar museos, o realizar manualidades. Esto te mantendrá entretenido sin necesidad de usar tecnología.
- Establece horarios específicos para la tecnología: Si necesitas usar la tecnología, limita el tiempo a ciertas horas del día y cumple con esos horarios. Por ejemplo, puedes revisar tu correo electrónico solo por la mañana y después desconectar el resto del día.
- Desactiva notificaciones: Las notificaciones constantes pueden ser una gran distracción. Desactiva las notificaciones de tus aplicaciones y redes sociales para reducir la tentación de revisarlas constantemente.
- Desconecta dispositivos: Considera la posibilidad de dejar tu teléfono o tablet en modo avión, apagar el Wi-Fi, o simplemente dejarlos en casa cuando salgas. Si tienes un reloj inteligente, intenta no llevarlo contigo.
- Comunica tus intenciones: Informa a tus amigos, familiares y colegas que estarás desconectado durante tus vacaciones. Así, entenderán si no respondes de inmediato y podrás disfrutar de tu tiempo sin presión.
- Practica la atención plena: Dedica tiempo a practicar mindfulness o meditación, lo que te ayudará a estar más presente en el momento y menos inclinado a usar la tecnología como una distracción.
- Involucra a los demás: Si estás de vacaciones con otras personas, anímalas a desconectarse también. Puedes proponer retos como “sin tecnología durante la comida” o “una tarde sin pantallas” para disfrutar del tiempo juntos.
- Redescubre el placer del aburrimiento: Permítete sentirte aburrido de vez en cuando sin recurrir a la tecnología. El aburrimiento puede estimular la creatividad y ayudarte a encontrar nuevas formas de disfrutar de tu tiempo libre.
- Reflexiona sobre la experiencia: Al final de tus vacaciones, reflexiona sobre cómo te sentiste al desconectar de la tecnología. Esto te permitirá valorar los beneficios de estar más presente y quizás te motive a hacerlo con más frecuencia en el futuro.