En los últimos años, visibilizar la salud mental se ha convertido en prioridad para muchos. Atrás quedan los tabúes al hablar de acudir al psicólogo, y cada vez se habla más de graves problemas como la depresión. Pero si hay un trastorno que cada vez afecta a más personas, es el de la ansiedad. Saber detectar cuándo se convierte en un problema crónico -recibe el nombre de trastorno de ansiedad generalizada- es fundamental para trabajar sobre ello y poner solución. Por ello, los expertos hablan de ocho síntomas clave que deben hacer saltar todas las alarmas.
La ansiedad no es más que un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Y no siempre es negativa. Esta emoción permite estar más alerta, mejorar el rendimiento y la productividad, y sacar el mayor partido a los recursos que se encuentran al alcance. Siempre que esté bien llevada. De lo contrario, sus efectos sobre la salud son negativos y de lo más perjudiciales.
Los más propensos a sufrir ansiedad
Los expertos de la salud avisan de que hay distintos factores que pueden convertir a algunas personas en propensas a sufrir ansiedad con mayor facilidad o intensidad. Esto quiere decir que no siempre es posible controlarlo todo: hay cosas que están fuera del alcance, y eso también está bien. Aceptar este tipo de cosas es clave y saber relativizar es clave al sufrir este trastorno.
Según informan los expertos, la personalidad es uno de los rasgos que hacen a una persona más propensa a sufrir ansiedad: aquellas que son más tímidas, con temperamento negativo y más miedosas pueden sufrir este sentimiento con mayor facilidad. Así, la genética también puede ser un factor a tener en cuenta, pues puede ser un trastorno hereditario.
Finalmente, el tercer aspecto a tener en cuenta son las experiencias personales. Tener cambios de vida importantes o repentinos, experiencias negativas durante la infancia, o sucesos traumáticos recientes pueden ser el desencadenante. Detectar esto es donde radica el reto, motivo por el que en ocasiones se tarda en dar en el clavo y comenzar a tratar la verdadera raíz del problema.
Los ocho síntomas de la ansiedad generalizada
Si hay sospechas o indicios de que existe un problema real de ansiedad, es vital acudir al médico y al psicólogo para comenzar a tratarlo de forma individualizada y particular. Aún así, los expertos hablan de ocho síntomas que pueden hacer saltar todas las alertas.
- Preocupación desproporcionada sobre asuntos no demasiado importantes.
- Planificar en exceso y pensar en posibles soluciones a problemas aún inexistentes.
- Una percepción distorsionada del peligro, sentirse amenazado sin ser real.
- Dificultad al manejarse en situaciones de duda o incertidumbre.
- Ser muy indeciso y tener miedo a tomar decisiones erróneas.
- Tener pensamientos 'en bucle' y no ser capaz de dejar a un lado problemas o preocupaciones
- Ser incapaz de relajarse, y sentirse excitado o nervioso en situaciones tranquilas.
- Dificultades para concentrarse y llevar a cabo tareas de la escuela o trabajo.
La importancia de un diagnóstico individualizado
Los profesionales advierten de la importancia de acudir al psicólogo si se detecta que estos problemas están presentes más de lo normal. Aunque parezca obvio, es importante recalcar que los servicios de la Inteligencia Artificial (IA) no son comparables en absoluto a los de un psicólogo: esto es un problema real, muchas personas acuden a herramientas como Chat GPT para hacer preguntas sobre salud mental y utilizar sus palabras como diagnóstico.
Controlar la ansiedad es vital para asegurar un buen estado de salud. El empeoramiento de la situación puede llevar a experimentar síntomas físicos graves, como trastornos del sueño, temblores y agitación, náuseas, diarrea o síndrome del intestino irritable, entre muchos otros.