Presentes en nuestra alimentación desde la antigüedad, el consumo de semillas ha aumentado mucho en los últimos años. Consideradas uno de los superalimentos de moda, las semillas de numerosas plantas cuentan con interesantes propiedades nutricionales que aportan grandes beneficios para la salud.
Por ello, los expertos aconsejan incluir estos pequeños pero poderosos alimentos en nuestra dieta de forma regular, beneficiándonos así de sus todas propiedades. Además, gracias a sus componentes se han convertido en una interesante opción para suplir algunos déficits nutricionales.
Perfectas para aportar sabor y textura a numerosos platos como ensaladas, carnes o pescados, las semillas también son utilizadas como parte de un aderezo o un relleno, y una interesante opción como snack saludable para comer entre horas. Y es que aseguran que la mejor forma de consumirlas, para aprovechar al máximo todos sus nutrientes, es tomarlas crudas.
Beneficios de las semillas
Aunque son muchas las variedades de semillas que existen, cada cual con sus propiedades particulares, la mayoría destacan por:
- Alto contenido en fibra, que las convierte en aliados de la salud intestinal
- Aportan grasas saludables, indispensables para nuestro cuerpo
- Son ricas en minerales
- Son una excelente fuente de energía, por lo que incorporarlas en el desayuno ayuda a afrontar con fuerza el día
- Regulan los niveles de colesterol
- Son una gran fuente de antioxidantes
- Su poder saciante las convierte en uno de los mejores aliados en las dietas de adelgazamiento
Semillas de lino
También conocidas como linaza, una de las mayores riquezas de las semillas de lino es su fibra (cuenta con 27 gramos por cada 100), superior a la de otros cereales. Favorece el tránsito intestinal y ayuda a reducir tanto los niveles de azúcar en sangre como el colesterol. Y es que son muy ricas en ácidos grasos omega 3, convirtiéndolas en un gran aliado del corazón. También contienen minerales como hierro, calcio y potasio.
Semillas de chía
Sin duda alguna, las semillas de chía se han convertido en las más populares de los últimos tiempos. Protagonistas de famosos preparados como el ‘pudin de chía’, las redes sociales han acogido a este alimento con los brazos abiertos con recetas de ensaladas, postres e incluso mermeladas caseras con chía entre sus ingredientes.
Es una semilla rica en zinc, ideal para el sistema inmune, con un gran valor en antioxidantes, minerales y proteínas de buena calidad. Contienen un compuesto vegetal llamado mucílago que ayuda a regular el tránsito intestinal. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja el consumo de chía para combatir el estreñimiento.
Semillas de girasol
Las conocidas pipas de girasol son ricas en ácidos grasos mono y pollinsaturados que las hacen perfectas para regular los niveles de colesterol en sangre, reduciendo el considerado como malo y elevando el bueno. Además, esta semilla es rica en fibra, en ácido fólico, potasio, fósforo, calcio y vitamina E, uno de los mayores antioxidantes.
Semillas de amapola
Convertidas en una de las más utilizadas en panadería y repostería, las semillas de amapola provienen de la flor del mismo nombre y son una de las más ricas en calcio. Además, tiene un alto contenido en vitamina A, valorado antioxidante, y aporta ácidos grasos omega 3 y omega 6. Gracias a su contenido en fibra es eficaz contra el estreñimiento y cuenta con efecto saciante.
Semillas de sésamo
Aunque su uso para la elaboración de panes y galletas en conocido, más lo es papel en la elaboración de hummus. Ricas en calcio y proteínas, las semillas de sésamo también cuenta con cantidades elevadas de grasas insaturadas, hierro, fósforo, magnesio y vitaminas E y B.
Contraindicaciones de las semillas
A pesar de sus numerosos beneficios para el organismo, los expertos advierten de la importancia de un consumo moderado de semillas. Una ingesta excesiva podría desencadenar algunos efectos negativos para la salud que incluyen desde problemas gastrointestinales, una disminución importante de la presión arterial, e incluso la aparición de alguna desconocida alergia a la semilla o la propia planta.
