Dormir y descansar cada noche es fundamental para nuestra salud. Independientemente de la edad, la falta de sueño afecta directamente a nuestra salud y a nuestra calidad de vida. Algo por lo que los expertos recomiendan prestar atención tanto a las horas que dormimos como a la aparición de algún trastorno del sueño.
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), se estima que entre un 20 y un 48 por ciento de la población adulta de nuestro país sufre en algún momento problemas para conciliar o mantener el sueño. Unos problemas que, según los estudios, se vuelven más evidentes con el paso de los años.
Con el envejecimiento, las alteraciones en el patrón de sueño aumentan. Así, una persona que durante toda su vida no ha sufrido problemas a la hora de dormir, puede comenzar a experimentarlos a partir de cierta edad. Según los expertos, es en torno a los 60 años cuando se comienza a tener más etapas ligeras del sueño que sueño profundo. Así, sueñen ocurrir variaciones como despertarse más frecuentemente durante la noche, levantarse más temprano por la mañana, dificultad para quedarse dormido o tener menos tiempo de sueño profundo.
Aunque el tiempo que necesitamos dormir depende de cada persona y su etapa vital, durante la etapa adulta se recomiendan ocho horas de sueño. Algo que con el paso de los años suele reducirse notablemente en las personas que llegan a dormir menos de seis horas incluso despertándose entre tres y cuatro veces cada noche. Eso sí, a partir de los 60 años, la Organización Mundial de la Salud aconseja descansar al menos seis horas al día.
Consejos para dormir bien a partir de los 60 años
Las causas de estas alteraciones a la hora de dormir con el paso de los años son diversas, e incluso algunas tienen que ver con algún tipo de problema médico relacionadas con el envejecimiento como son la hipertensión, la insuficiencia renal, el dolor, la discapacidad física o la ansiedad. Pero otras pueden estar relacionadas con hábitos que se pueden corregir.
Para ello, los expertos dan una serie de sencillos consejos para conseguir dormir bien, sobre todo a partir de cierta edad en la que el ritmo circadiano que nos ayuda a regular nuestro descanso, se vuelve menos eficiente:
- Intentar mantener el mismo horario tanto a la hora de irse a dormir como para despertarse
- No dormir una siesta durante el día superior a 30 minutos
- Controlar lo que se come antes de irse a descansar, evitando comidas copiosas o que dificulten la digestión.
- La hora de la cena debe ser al menos dos horas antes de irse a dormir
- Es importante crear una ambiente relajante que ayude a conciliar el sueño, que esté oscura, en silencio y con una buena temperatura
- Aunque es recomendable practicar ejercicio físico a diario, es mejor no hacerlo antes de la hora de dormir. Así, es mejor mantenerse activo durante la tarde y relajar cuerpo y mente a la hora de la cena
- Tener la televisión encendida o la radio puede dificultar el descanso, por lo que es mejor apagarlas un rato antes de irse a la cama
- Se recomienda realizar prácticas relajantes antes de dormir que favorezcan el sueño, como por ejemplo meditar, escuchar música o leer e incluso darse una ducha o un baño
- El uso prolongado de dispositivos electrónicos puede afectar negativamente a la salud, e incluso al ritmo circadiano. Por lo que es necesario olvidarse del móvil, la Tablet y el ordenador antes de dormir
- Según los expertos, hacer uso de la cama solo para dormir es un sencillo truco que nos ayudará a conciliar el suelo de forma efectiva evitando dar vueltas sin poder dormir. De la misma manera, es importante no dormirse nunca en el sofá, una práctica muy habitual que favorece el insomnio.