La saturación en los hospitales por culpa del nuevo brote de gripe y Covid-19 ha paralizado la Atención Primaria, llegado incluso a imponer de nuevo las mascarillas obligatorias en los centros sanitarios. Un escenario que evoca al de 2020, cuando el Gobierno tomó la drástica decisión de encerrarnos en casa. Han pasado casi cuatro años desde la pandemia y, gracias a los avances y la alta vacunación, todo indicaba a que los sanitarios habían dicho el adiós definitivo; sin embargo, la OMS ha notificado un incremento de los casos de gripe durante este invierno, hasta el punto de que las hospitalizaciones han aumentado un 58% en tan solo cuatro semanas.
Según los últimos datos aportados por las entidades sanitarias, la incidencia de gripe en Atención Primaria disminuye por primera vez en cuatro semanas, por lo que se podría haber alcanzado el pico de actividad la semana previa, mientras que la tasa global de infecciones respiratorias agudas baja a 935,1 casos por cien mil habitantes frente a los 966,2 de la semana previa.
Cuatro comunidades (Baleares, Murcia, País Vasco y La Rioja) además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla no han facilitado datos de esta primera semana de 2024. Por grupos de edad, las mayores tasas de infección respiratoria aguda se da en menores de un año (3.923,2 casos por cien mil habitantes) seguido del grupo de 1-4 años (1.675,6 casos por cien mil). Se estabiliza el síndrome gripal y la bronquiolitis desciende.
El descenso de la gripe en Atención Primaria se manifiesta en todos los grupos de edad salvo el de 45 a 64 años y la tasa de hospitalización en la primera semana de enero es de 14 casos por cien mi habitantes frente a los 10,2 de la semana previa.
Debido a esta alza de casos, los sanitarios están recomendando medidas cautelares para evitar, en la medida de lo posible, los contagios entre familiares o en ambientes laborales, aunque no es la única manera de hacer frente a este tipo de virus.
Una investigación publicada en la revista médica BMJ Nutrition Prevention & Health ha confirmado que la dieta y los alimentos que consumimos tienen un efecto directo entre los casos de Covid-19. Un punto a recalcar no solo porque llevar una dieta equilibrada es esencial para cuidar la salud, sino que también podría ser la clave para no caer en enfermo o pillar un constipado.
La dieta vegetariana reduce los casos de gripe y Covid-19
El objetivo de la investigación fue tratar de evaluar y relacionar la dieta vegetariana con el Covid-19: "Evaluar la influencia de los patrones dietéticos en la incidencia y evolución de la COVID-19. Nuestra hipótesis es que una dieta basada en plantas o una dieta vegetariana en comparación con una dieta omnívora podría estar asociada con una menor incidencia y gravedad de la infección por Covid-19 en los infectados".
Una premisa que dio vida al estudio, el cual se realizó con 702 participantes proporcionaron información sobre características sociodemográficas, información dietética y resultados de Covid-19 entre marzo y julio de 2022. Dentro de las personas que participaron, se dividieron a los individuos que tenían una dieta basada única y exclusivamente en vegetales y verduras y aquellas personas que tenían una dieta omnívora, es decir, consumían carne, pescado y verduras. Los grupos se compararon con respecto a la incidencia, la gravedad y la duración de la infección por Covid-19.
Los resultados del estudio confirmaron que "las dietas basadas en plantas y principalmente vegetarianas se asociaron con una menor incidencia de infección por Covid-19". Es más, según los datos extraídos del estudio, las personas que tenían una dieta basada en verduras tuvieron un 39% menos de probabilidad de incidencia. Así que, de cara a la nueva oleada de casos de gripe y Covid-19, recomendamos incluir verduras en nuestra dieta diaria e, incluso, intensificar el consumo de este tipo de alimentos.
