En un rincón de Medina Sidonia, Cádiz, los vientos no solo mueven aerogeneradores, también impulsan una nueva forma de entender la economía circular. El parque eólico de Zorreras, en funcionamiento desde 2008, ha encontrado en el mercado de segunda mano la clave para seguir generando energía limpia durante años.
La lucha contra el cambio climático requiere soluciones ingeniosas. Los parques eólicos se han convertido en un pilar de la transición energética. Pero ¿qué sucede cuando estas instalaciones vislumbran el final de su vida útil? Gracias a la economía circular, los aerogeneradores y sus componentes pueden recibir una segunda vida, prolongando su utilidad, reduciendo residuos y maximizando su sostenibilidad.
Y es que, aunque sus estructuras principales siguen siendo funcionales, los avances tecnológicos y el desgaste natural de sus componentes plantean desafíos. Aquí es donde entra en juego la reutilización y el reacondicionamiento, una práctica que Iberdrola ha comenzado a implementar con éxito.
La economía circular también alcanza a los parques eólicos.
Potenciando la economía circular con el parque eólico Zorreras
El complejo eólico de Zorreras acaba de instalar en uno de sus aerogeneradores una góndola y un buje recuperados de un parque alemán. Un claro ejemplo de cómo los parques más antiguos pueden renovarse para seguir siendo útiles en la transición energética. Mientras el sector se enfrenta al reto de repotenciar parques con tecnología más avanzada, el mercado de segunda mano emerge como una solución práctica y sostenible para mantener la vida de los aerogeneradores más antiguos.
Así, se ha cambiado por componentes reacondicionados un rotor, el elemento donde van ancladas las palas, con una dimensión semejante a un autobús de ocho metros para transportar unos treinta pasajeros. También podemos destacar que el tamaño de las palas repuestas equivale a pisos de trece plantas cada uno.
El complejo eólico de Zorreras acaba de instalar en uno de sus aerogeneradores una góndola y un buje recuperados de un parque alemán
Para el montaje se requirió el uso de dos grúas con un peso combinado de 1.000 toneladas y un equipo especializado que completó el montaje en solo cinco días. Con todo ensamblado, el aerogenerador reacondicionado alcanza más de 100 metros de altura, una imponente infraestructura que compite en tamaño con monumentos como la Giralda, el Big Ben o la Estatua de la Libertad.
El parque de Zorreras cuenta con 16 aerogeneradores y abastece de energía renovable a más de 25.600 hogares desde hace más de 15 años. Sin embargo, como cualquier infraestructura tecnológica, el desgaste es inevitable. En este contexto, optar por piezas reacondicionadas se convierte en una alternativa lógica y sostenible.
El parque de Zorreras lleva operativo 15 años.
La oportunidad en el mercado de segunda mano
Esta práctica no surge por casualidad. Según explica Iberdrola, la creación de un mercado de segunda mano para componentes de aerogeneradores es una solución a problemas tan diversos como la huella de carbono, los altos costes de fabricación y los retrasos o ausencia de stock. "Este mercado no existía, lo estamos desarrollando para reducir emisiones y optimizar recursos", afirma un portavoz de la compañía.
El objetivo es reciclar el 50% de las palas de aerogeneradores y paneles solares desmontados a 2025 y el 100% para el año 2030. La reutilización de piezas reacondicionadas no solo beneficia al medioambiente. También supone un ahorro del 40% respecto al precio de componentes nuevos y reduce los tiempos de espera. Y además, en condiciones de total garantía. “Cada pieza reacondicionada es revisada y certificada para garantizar que funcione durante años, asegurando su fiabilidad", explican desde Iberdrola.
"Esto no solo es economía circular, es una forma de pensar en el futuro", concluyen los responsables de la compañía. En un mundo donde cada kilovatio limpio cuenta, dar una segunda vida a los aerogeneradores es una manera de demostrar que la innovación y la sostenibilidad pueden ir de la mano.