La vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco, ha intervenido hoy en el pleno del Comité de las Regiones para abordar dos debates clave: la futura Política de Cohesión y el acceso a la vivienda. Blanco ha destacado la necesidad de escuchar a las comunidades autónomas y regiones de Europa para desarrollar políticas ajustadas a sus realidades y necesidades, subrayando que son estas regiones las que gestionan los servicios más cercanos a los ciudadanos.
En relación al acceso a la vivienda, ha expresado el apoyo de Castilla y León a aumentar inversiones a través de fondos de cohesión para facilitar la movilización de suelo público y privado, con el fin de construir vivienda accesible. También ha propuesto flexibilizar el marco regulatorio para aumentar la oferta de viviendas protegidas y asegurar alquileres asequibles, haciendo hincapié en la importancia de acelerar la transición hacia viviendas más sostenibles.
Blanco ha abogado por una Política de Cohesión que sea flexible, integradora, innovadora y descentralizada, donde las instituciones locales y regionales sean protagonistas. Esta política debe centrarse en el reto demográfico, constituyéndose como un pilar estratégico de la UE junto con las transiciones ecológica y digital. Para ello, ha propuesto líneas de financiación específicas y una gestión directa de los fondos por parte de las regiones, destacando que la despoblación es un problema que impacta significativamente en el ámbito económico, social y cultural.
Blanco ha abogado por una Política de Cohesión que sea flexible, integradora, innovadora y descentralizada, donde las instituciones locales y regionales sean protagonistas
La vicepresidenta ha subrayado la necesidad de prestar servicios de manera equitativa en todas las regiones, independientemente de su población o dispersión demográfica, y ha enfatizado que el reparto de los fondos de cohesión debe reflejar la realidad demográfica de cada área. Además, ha resaltado la urgencia de reducir la burocracia y eliminar las trabas administrativas para que los fondos lleguen directamente a las administraciones regionales y locales, permitiéndoles decidir cómo ejecutarlos según sus necesidades.
Finalmente, Blanco ha manifestado que la futura Política de Cohesión debe ser innovadora y flexible, capaz de adaptarse a los cambios y transiciones que surjan en un contexto global en constante evolución.
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