La capacidad de pulpos, calamares y sepias para cambiar de color y desaparecer ante nuestra vista es muy superior a la de los camaleones. Los cefalópodos utilizan este sistema para camuflarse y reproducirse y durante años han sido una fuente de inspiración para los científicos que diseñaban mecanismos de respuesta a la luz. El equipo de John A. Rogers, de la Universidad de Illinois, presenta esta semana en la revista PNAS el primer sistema prometedor para copiar la estrategia de los pulpos y diseñar materiales que desaparezcan ante nuestros ojos.
Los materiales disparan una respuesta a la luz una respuesta en un intervalo de 1 a 2 segundos.
El sistema se basa en la reproducción, casi capa por capa, de lo que sucede en la piel de un cefalópodo. Los científicos han utilizado una tinta sensible a la temperatura junto a una red distribuida de fotosensores colocada sobre una fina manta reflectante de plata de color blanco. Debajo, un diodo ultrafino de silicio modula la temperatura de la tinta y permite el cambio de color en respuesta al entorno. La capa más externa es la de la tinta, que se oscurece con las bajas temperaturas y se aclara a partir de los 47° C. Los fotorreceptores, que funcionan como las células de un calamar, disparan una respuesta que se activa en un intervalo de 1 a 2 segundos. Los científicos creen que el sistema podría dar lugar a un camuflaje adaptativo que refleje todo el espectro de colores y se pueda integrar en dispositivos con aplicaciones comerciales, militares e industriales.
Por resumirlo de forma esquemática, el dispositivo contiene una capa que cambia de color mediante tintas análoga a la de cromatóforos del calamar; una capa blanca reflectante que emula a los leucóforos, un actuador análogo a los músculos que activan los cromatóforos y un sensor análogo a las células fotosensibles de los cefalópodos.
El sistema podría tener aplicaciones comerciales, militares e industriales.
A pesar de que ha habido muchas aproximaciones a esta solución biológica, escriben los autores del trabajo, hasta ahora no se había diseñado un sistema que incluyera las capacidades críticas y que captara y respondiera a la luz de manera distribuida. Una vez desarrollada la tecnología que permita producir este material en escala, aseguran, se podría fijar en láminas sensibles que se adhieran a objetos sólidos para conseguir que respondan a la luz y modulen su aspecto visual de forma autónoma.
Referencia: Adaptive optoelectronic camouflage systems with designs inspired by cephalopod skins (PNAS)
--
Next es la nueva sección de Ciencia y Futuro de Vozpópuli. No te olvides de seguirnos en Twitter