El melanoma es un tipo de cáncer de piel que puede ser grave si no se diagnostica a tiempo. Esta enfermedad, potencialmente muy agresiva, se caracteriza por originarse en los melanocitos (células de la piel encargadas de la producción la melanina) y comúnmente encuentra su origen en pacientes que se exponen mucho tiempo al sol.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año se producen entre dos y tres millones de casos de cáncer de piel en todo el mundo y que el melanoma, el más peligroso y menos frecuente, representa unos 132.000 de esos diagnósticos.
El riesgo aumenta en la alturas
Incidencia del melanoma en relación a la altitud. Henry Oliveros et al.
Generalmente, como decíamos más arriba, asociamos el aumento del riesgo a la exposición al sol en las playas, pero en el estudio Incidencia y supervivencia de los pacientes con melanoma en Colombia, realizado por investigadores de la Universidad de La Sabana, hemos comprobado que el riesgo se incrementa también en las poblaciones situadas a mayor altitud, factor que ya habían apuntado otros trabajos.
Así, en lugares como Bogotá –a 2.640 metros sobre el nivel del mar–, es una variable ambiental que contribuye a aumentar la incidencia (véase el gráfico). Debemos tener en cuenta que la radiación ultravioleta se acentúa con la altitud y la cercanía a la línea ecuatorial.
Para llegar a esta conclusión, recurrimos a datos del Sistema Integrado de Información de la Protección Social (SISPRO) y tuvimos en cuenta los 5.255 diagnósticos nuevos de melanoma presentados en 2019 en Colombia. Además, en el análisis se tuvieron en cuenta características demográficas (edad, sexo y lugar de residencia, entre otras), clínicas (17 comorbilidades o enfermedades coincidentes con el melanoma) y de mortalidad.
El proceso completo tomó un año, ya que era necesario filtrar de forma individual cada caso. Por ejemplo, en el factor de mortalidad, se evaluó uno a uno si la causa de muerte correspondía realmente al diagnóstico.
Finalmente, nuestro estudio incluyó la totalidad de la población del territorio colombiano y estableció una incidencia de 22 casos por cada 100.000 habitantes al año.
Hasta ahora, este dato no se había reportado por dos razones: En primer lugar, porque los estudios anteriores habían tenido lugar en poblaciones muy locales con menor número de habitantes. Y en segundo lugar, porque el aumento del conocimiento de la comunidad sobre el cáncer de piel probablemente ha contribuido a que se diagnostique el melanoma con mayor frecuencia y de manera temprana. Esto concuerda con que el 46% de los casos estaban “in situ” (sin invasión a otros tejidos).
Otros datos relevantes
Si bien a nivel mundial las estadísticas indican que el melanoma se presenta con mayor frecuencia en hombres, nuestro estudio permitió identificar que en Colombia este tipo de cáncer estaba más presente en las mujeres. No obstante, a partir de los 75 años la estadística cambia y se alinea con la tendencia global.
Además, los datos muestran que entre los jóvenes se registra mucho menos incidencia (6 casos o menos) que en la población con más edad (hasta 110 casos).
La causa de que las personas mayores sean más propensas a sufrir la patología se debe a factores como la exposición a la luz solar y, en especial, a las quemaduras solares repetidas que ocurrieron a lo largo de su vida. Así mismo, existen factores adicionales como el deterioro del sistema inmunológico, ya que el envejecimiento disminuye la capacidad de detectar las células que se han vuelto cancerosas.
0tro factor de riesgo es el tipo de piel: las personas de piel blanca y ojos claros (fototipos I y II) presentan una mayor susceptibilidad que las personas de fototipo IV o piel oscura como la que poseen los afrodescendientes.
Por el momento, estudiar estas variables puede servir para crear campañas de prevención y promoción de la salud con base en la evidencia y guiar al público en mecanismos de cuidado y prevención de su rutina diaria.
Cuatro consejos para prevenir el cáncer de piel
Protegerse de los rayos solares y romper el mito de que el riesgo es mayor en lugares tropicales es imprescindible, por lo que es importante seguir las siguientes recomendaciones:
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Siempre debe tenerse presente qué tipo de protector solar usar poniendo en consideración la composición del producto y lo que recomiende su dermatólogo o médico de cabecera.
Aquellos bloqueadores de factor 50 en adelante son los más recomendados. De ser posible, hay que aplicarlos cada 2 o 3 horas, con independencia que estemos en espacios abiertos o cerrados, pues las luces de pantallas también pueden generar lesiones en la piel y los rayos UV pueden filtrarse por las ventanas. Debemos recordar, además, que las personas de piel blanca son más susceptibles a las quemaduras.
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Utilizar gorras o prendas con tejidos que protegen de los rayos UV. Por ejemplo, los tejidos con menor número de orificios o más apretados y aquellos fabricados con materiales naturales como el algodón y que han sido reforzados con productos específicos tienen mayor grado de protección, como asegura la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)
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Evitar la exposición prolongada al sol, sobre todo en el rango de 11:00 AM a 3:00 PM, cuando suele haber mayor intensidad de los rayos UV.
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Hidratarse y aumentar el consumo de agua puede puede servir como factor protector para la piel.
Henry Oliveros, Medico epidemiologo , Universidad de La Sabana.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.