Las primeras imágenes de Solar Orbiter, la misión de la ESA para la observación del Sol, se han hecho públicas este jueves y en ellas se aprecian “indicios de fenómenos muy interesantes que hasta ahora no habíamos podido observar con detalle”, según los investigadores a cargo del proyecto.Lanzada el 10 de febrero, Solar Orbiter concluyó a mediados de junio su fase de puesta en servicio y efectuó el primer acercamiento a nuestra estrella. Poco después, los equipos científicos de Europa y Estados Unidos responsables de los diez instrumentos de la misión pudieron probarlos todos juntos por primera vez.
A pesar de las dificultades que los equipos experimentaron durante la puesta en servicio de la nave y los instrumentos debido a la pandemia de COVID-19, la primera campaña de imágenes ha sido todo un éxito. “Las primeras imágenes han superado nuestras expectativas”, reconoce Daniel Müller, científico del proyecto Solar Orbiter de la ESA. “Los diez instrumentos a bordo de Solar Orbiter funcionan muy bien y, juntos, ofrecen una visión integral del Sol y el viento solar. Así, confiamos en que Solar Orbiter nos ayudará a responder a preguntas de gran calado sobre el Sol”.
Nunca antes se habían tomado imágenes del Sol a tan poca distancia. Durante el primer perihelio, el punto en la órbita elíptica de la nave más cercano al Sol, Solar Orbiter llegó a 77 millones de kilómetros de la superficie de nuestra estrella, aproximadamente la mitad de la distancia entre la Tierra y el Sol. Más adelante, la nave llegará a acercarse aún más.
En estos momentos, se encuentra en fase de crucero, ajustando gradualmente su órbita alrededor del Sol. Una vez en la fase científica, que empezará a finales de 2021, la nave llegará a situarse a 42 millones de kilómetros de la superficie de la estrella, más cerca de lo que se halla el planeta Mercurio. Los operadores de la nave irán inclinando su órbita para que esta pueda obtener la primera vista propiamente dicha de los polos solares.
“Ojos españoles” en el Sol
Solar Orbiter es una misión espacial fruto de la colaboración internacional entre la ESA y la NASA. Un aspecto destacado de esta misión es la aplicación de la novedosa tecnología de cristales líquidos. Uno de los dos telescopios con los que se han tomado las imágenes ha sido desarrollado por el INTA y permitirá ver todo el disco solar completo para obtener datos sobre la polarización del Sol y su espectro. “El telescopio de alta resolución ofrecerá imágenes que parecerán las de un microscopio sobre el Sol”, explica Alberto Álvarez, investigador principal en INTA, cuyo equipo ha hecho las principales aportaciones a los instrumentos ópticos del orbitador. Las imágenes de su telescopio muestran el disco solar completo con ellas se podrá analizar la actividad magnética del Sol.