El Barça se proclamó este martes campeón de la Liga Endesa gracias a su victoria por 82-93 sobre el Real Madrid en el tercer partido de la final del Playoff, abrochando el cómputo global de la eliminatoria por 3-0 y coronando la temporada 2022/23 con el título que quería Nikola Mirotic para despedirse del club blaugrana por todo lo alto.
En un WiZink Center a rebosar, ensordecedor en los primeros compases, los visitantes firmaron un 0-4 de inicio que pronto neutralizó y volteó el conjunto blanco con un triple de Dzanan Musa y un mate de Guerschon Yabusele. Abrió entonces su cuenta particular Nikola Mirotic, objetivo de los silbidos del público, encestando su primer intento de tres.
Eso igualó la contienda mientras el Real Madrid replicaba con puntería, merced a una aportación coral. Adam Hanga y Mario Hezonja convertían puntos gracias a la fluidez del base Nigel Williams-Goss, al tiempo que Musa veía buenas líneas de pase. El quinteto titular de los locales estaba dando mayores réditos, así que el Barça movió ficha.
El entrenador culé, Sarunas Jasikevicius, dio oxígeno a sus principales bazas excepto Mirotic, a quien solo Sertac Sanli le daba relevo. Bien defendido, Nikola Kalinic lucía guarismos discretos en la 'pintura' y Rokas Jokubaitis cogió la batuta de mando, pasando Tomas Satoransky a jugar de '2' en vez de '1'.
Un puzle con las pienzas encajadas a la perfección
Pese a cerrar el primer periodo con un 21-20 en contra, los blaugranas supieron encajar las piezas para dar un estirón hasta poner el 22-29 con un triple de Kalinic, que soltó así su presión por los fallos previos. Respondió el técnico local, Chus Mateo, con un tiempo muerto que supo interpretar Rudy Fernández con un arreón inmediato.
Junto a dos acciones protestadas en sendos ataques del Barça, una penetración a canasta de Fabien Causeur se saldó con un 2+1, tras la segunda falta personal de Nico Laprovittola, y fraguó un parcial de 9-2 con el WiZink aupando a los suyos. Mateo había encomendado la brega a las 'vacas sagradas', con Sergio Rodríguez y Sergio Llull a la cabeza.
Sin suerte para el 'Chacho', Causeur sí que conjugó bien sus ofensivas con Llull, autor de un triple para empatar el marcador (36-36) a poco más de dos minutos para el descanso. El propio Causeur abrió hueco (39-36) con otra canasta lejana, así que Jasikevicius cambió su estrategia en el poste bajo, confiando en Oscar Da Silva y James Nnaji.
Con Sanli cargado con faltas, Mirotic seco durante muchos minutos y Jan Vesely con la mirilla desenfocada, el despliegue de los 'altos' en el Barça se resentía. Tampoco Laprovittola, Álex Abrines ni Kyle Kuric habían cuajado una primera mitad de ensueño, precisamente, pero los azulgranas evitaron al descanso (41-38) que la herida se abriese.
De hecho, el cuadro visitante regresó de vestuarios con otro aire, haciendo un 0-6 de arranque con anotación de Laprovittola y Vesely, ya desperezados. El argentino incluso amplió la ventaja culé hasta el 45-49 con un triple, de igual modo que hizo Mirotic para establecer el 47-52 al mismo tiempo que en el bando madridista destacaban los pívots.
La insistencia de Edy Tavares y de Yabusele mantuvo a los locales en liza (59-59). Enfrente, la unidad 'B' azulgrana flojeaba salvo por la brillantez de Jokubaitis. Y ahí Chus Mateo halló el modo de hacer daño, metiendo de nuevo en pista a Vincent Poirier, quien se entendió con el 'Chacho' para levantar a las gradas con un mate de 'alley oop' (62-61).
Otra buena acción del pívot francés, igualmente a pase del canario, fue respondida por un triple de Kalinic para agotar el minuto 30 con 66-67 a favor culé. Anotó Mirotic otra canasta de tres nada más empezar el cuarto periodo, enlazada con una canasta de Jokubaitis que incomodó a Chus Mateo; tiempo muerto, 'ipso facto', pedido por el entrenador local.
Hezonja, algo apagado toda la noche, protagonizó una buena jugada ofensiva, pero erró un tiro libre vital con 68-72. El equipo catalán llegó a irse por 72-79 mediado el periodo, por lo que el Real Madrid fio su futuro a la intimidación de Tavares bajo tableros. Vesely, a rachas, contestó con temple en un par de canastas oportunas.
Tavares solo no puede
Marcador en 73-81 a cinco minutos de la conclusión, al Madrid se le escurrían las ideas y solo Tavares ejercía de faro en ataque. Para colmo, en defensa casi todo pasaba por intentar parar a Laprovittola, asistente habitual de Vesely. Por parte merengue, además, no entraron dos triples de Causeur y del 'Chacho' Rodríguez en momentos candentes.
Paulatinamente, el Barça rozaba el título a cada canasta bien trabajada, aunque esta vez sí un triple del 'Chacho' redujo distancias (80-85). A 1:38 del bocinazo definitivo, Mirotic 'bailó' a Hezonja bajo el aro; el hispano-montenegrino anotó, sacó la falta del croata e hizo levantar de alegría a todo el banquillo visitante.
Mirotic, el hombre de la final más por lo extradeportivo que por lo deportivo, transformó el tiro libre para dar al Barça una renta de +10 (80-90). Sonaba a sentencia y los 'Berserkers' así lo entendieron, entonando cánticos para mitigar preventivamente la desazón del resto del WiZink. Quedaban los últimos coletazos, pero no hubo épica.
Los merengues habían gastado sus cartuchos de heroica un mes antes en la Euroliga, culminada con éxito para sus intereses. Sin embargo, la Liga Endesa bajó el telón con un desenlace controlado por el Barça hasta salir campeón de casa del eterno rival. 82-93, cronómetro agotado y abrazos por doquier, y con Mirotic acaparando los focos de la gloria.