Luis Rubiales se encuentra en la cuerda floja y al borde del abismo. Su continuidad como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) pende de un hilo y está prevista una reunión para este viernes, donde se trate la polémica por su beso a la campeona del mundo de fútbol femenino Jenni Hermoso.
Todo hace indicar que estamos ante las últimas horas del exfutbolista como máximo mandatario del fútbol español. Su sentencia es prácticamente segura después del comunicado de la jugadora pidiendo "medidas ejemplares" contra él.
Cuando Rubiales llegó a la presidencia de la Federación en el año 2018, no era del todo desconocido en el mundo del deporte rey. Previo a esta etapa en la que se encuentra, fue presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) la cual es considerada como el sindicato principal de los profesionales del fútbol en nuestro país. Pero previamente a eso, Luis Rubiales ha tenido una trayectoria como futbolista profesional.
Su carrera no fue muy exitosa ni tuvo tanto reconocimiento por parte de los aficionados. Seguramente muchos de los futboleros de nuestro país no recuerdan al todavía presidente de la RFEF vestido de corto. Su paso y su rendimiento en los terrenos de juego no es por lo que más se le conoce, sino más bien por todo lo que ha hecho fuera y por todas las polémicas que le han salpicado.
Así fueron los inicios de la carrera de Luis Rubiales como futbolista
Su apodo en el vestuario era 'pundonor', por lo que uno se puede hacer a la idea del tipo de futbolista que era y del comportamiento que este tenía sobre el césped. Luis Rubiales jugaba en las posiciones de lateral y central, y se caracterizaba por ser un jugador con mucho carácter y con un estilo de juego muy agresivo en el que no dudaba en tirarse hacia cualquier balón dividido. Usando el argot futbolero, era lo que se conoce como un 'leñero' y su manera de jugar no era la más bella ni la más vistosa.
Pese a no haber ganado títulos importantes durante su carrera profesional, Luis Rubiales sí que puede presumir de la gran experiencia que ha cogido al haber jugado en diferentes categorías y equipos de nuestro fútbol. Su formación como futbolista empezó en el equipo de su tierra natal: el Motril CF. Su primer traspaso fue cuando decidió dar el salto a las inferiores del Valencia CF en la temporada 94/95, y un año después fichó por el Amorós que en aquel entonces era el tercer equipo del Atlético de Madrid.
Todos estos equipos pertenecían a la Tercera División y tras demostrar que podía estar preparado para un reto mayor, Luis Rubiales pasó a jugar en Segunda División (la actual 1ª RFEF). Su primera aventura en la categoría de bronce del fútbol español fue con la camiseta del Guadix CF. Esta etapa fue algo complicada debido a las numerosas lesiones que tuvo. También fue un periodo de inestabilidad, ya que en un periodo de tres años entre 1999 y 2001 estuvo en tres equipos distintos: Mallorca B, UD Lleida y Xerez CD.
Luis Rubiales destacó en el Levante UD
Fue en el verano del año 2003 cuando la carrera futbolística de Luis Rubiales empezó a cambiar para bien, y esto se debió a su fichaje por el Levante. Más tarde sería el equipo en el que más años estuvo en su trayectoria deportiva y donde más destacó. Cuando el de Motril llegó a la disciplina granota, el equipo se encontraba en Segunda División. En esa primera temporada consiguió el ascenso a Primera a las órdenes del mítico Manolo Preciado y después de 40 años sin lograrlo.
Su paso por la máxima categoría de nuestro fútbol solo le duró un año, porque en la temporada 2004/2005 volvió a descender a la 'división de plata'. El sueño de Luis Rubiales de jugar en la élite se esfumó demasiado pronto. Aun así, el Levante UD fue capaz de sobreponerse y ascender al año siguiente. El ahora presidente de la RFEF llegó a ser capitán del conjunto azulgrana en los años 2007 y 2008, destacando más por sus peleas en los despachos que en el césped.
Durante esos dos años en los que Rubiales portó el brazalete, el combinado valenciano estaba pasando por una situación económica muy preocupante. Es ahí donde el capitán sacó su vena de directivo y de sindicalista, siendo él quien representaba a la plantilla en las conversaciones con la directiva para poner una solución a los impagos que estaban produciéndose en aquel entonces. Las negociaciones no fructificaron y se acabó convocando una huelga gracias al apoyo de la AFE.
Ya en el año 2009, Luis Rubiales decidió poner fin a su carrera profesional debido a las numerosas lesiones de rodilla que le estaban apartando del equipo y a sus ganas de presentarse como candidato a la presidencia del sindicato de futbolistas. Acabó ganando esas elecciones gracias a los contactos y a las buenas relaciones que había hecho con la AFE en el conflicto de los impagos del Levante. Fue ahí cuando comenzó su carrera política que dura hasta día de hoy, aunque queda pendiente conocer hasta cuándo.
PericoEDLP
Otro más que demuestra que medrar en sindicatos o partidos políticos es más rentable que trabajar. Típico de países bananeros y corruptos.