Hay días en los que todo, absolutamente todo, conspira para que un equipo sobresalga. Si se ven los veinte primeros minutos del Madrid no parecía que fuese a ser un encuentro tan desequilibrado, pero en cuanto abrió la espita de los goles la defensa granadina se resquebrajó y los blancos se dieron un festín.
Fueron nueve, y en ello tuvo mucho que ver la inusitada eficacia de los delanteros. Si Cristiano, Benzema y Bale son de por sí excelentes goleadores contra el Granada lo fueron aún más. La estrella, el portugués, recuperó las mejores sensaciones con cinco tantos que, además, le vuelven a poner pichichi destacado. 36 lleva la criatura, cuatro más que Messi. La voracidad de Cristiano es bien conocida, y se le nota aún más cuando ve que el rival es débil. Y en eso el Granada dio un recital. Tanto por su inactiva defensa como por el transparente portero Oier.
Era el día en el que volvía a jugar James, y no pudo el colombiano encontrarse un ambiente más propicio. La defensa pacifista del Granada permitió que el juego no fuese vertiginoso, magnífico dato para quien está cogiendo el ritmo. Se sumó al ataque, dio asistencias y demostró que su presencia en ocasiones parece menos importante de lo que es. Su tiempo lesionado ha dado cuenta de ello. Su llegada, como la de Modric, es un punto de inflexión para el equipo. En su mejor versión el Madrid es tan favorito como el que más. Para lo que sea.
Cristiano, que se aprovechó de sus rivales con saña, estuvo bien acompañado por Bale y Benzema. El galés abrió el marcador y dinamizó el ataque, fue más generoso de lo que acostumbra y brilló con luz propia. También lo hizo Benzema, claro, porque los artistas se vienen arriba cuando la mañana se cubre de palmas. Él se aprovechó de la defensa pardilla granadina, capaz de dejarle, en un corner, controlar con el pecho casi en el área pequeña y rematar a portería. Gol por incomparecencia. Tampoco la defensa del Madrid estuvo bien, encajó uno y tuvo dos palos en contra. Pero claro, el flujo de ataque de los blancos dejó mucho más en evidencia a la zaga de los visitantes que viceversa.
No es el mejor día para sacar conclusiones a largo plazo, pues pocos rivales tendrá más sencillos el Madrid que este Granada. Sí lo es, en cambio, para que el equipo de Ancelotti coja fe. Cristiano, que estaba ofuscado, marcó cinco y pudo marcar cuatro más. Nunca antes había marcado tantos en un solo partido. El equipo se divirtió en el paseo y el aficionado, que también venía de unas semanas de dudas, retomó la confianza en el domingo de resurrección. Las sensaciones van a mejor, el equipo está más rápido, se ha quitado las botas de plomo. Y el Granada, por su lado, tiene mucho para temer, fue una pluma sin fe contra una apisonadora.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Varane, Ramos, Marcelo; Kroos (Illarra, m.56), Modric, James (Jesé, m.61); Bale, Cristiano y Benzema (Chicharito, m.61).
Granada: Oier; Foulquier, Mainz, Babin (Murlillo, m.61), Juan Carlos; Iturra, Fran Rico (Pasqual, m.56), Robert, Rochina (Piti, m.53), Candeias; y El-Arabi.
Goles: 1-0, Bale (25’). 2-0, Cristiano (30’). 3-0, Cristiano (36’). 4-0, Cristiano (38’). 5-0, Benzema (52’), 6-0, Cristiano (54’). 7-0, Benzema (56’). 7-1, Robert (73’). 8-1, Mainz (p.p., 83’). 9-1, Cristiano (90')
Gil Manzano mostró amarilla a Piti, Arbeloa y Murillo
