No hay ni coherencia ni transparencia a la hora de abordar los casos de dopaje en el deporte. La enorme disparidad en las sanciones impuestas a Jannik Sinner y Laura Barquero por dar positivo en clostebol, un anabolizante prohibido, ha creado una ola de críticas hacia al método por el que se castiga el uso de sustancias "prohibidas".
Mientras que el tenista italiano cumplirá tres meses de suspensión, la patinadora española ha sido inhabilitada durante unos seis años. La diferencia es escandalosa y muchos deportistas no han tardado en acusarla incluso de un 'tímido favoritismo'.
El caso de la española Laura Barquero ha tardado casi tres años en resolverse. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA), la Unión Internacional de Patinaje (ISU) y la propia deportista llegaron a un acuerdo que le impone seis años de sanción, reduciendo a la mitad la amenaza inicial de 12 años. La penalización se aplicará desde el 22 de febrero de 2022 hasta el 21 de febrero de 2028, obligándola a poner fin a su carrera.
El origen del positivo de Barquero es similar al de Sinner: ambos fueron contaminados transdérmicamente con Trofodermin, una crema cicatrizante que contiene algo de clostebol y que no mejora el rendimiento deportivo. Sin embargo, la respuesta de las autoridades ha sido radicalmente distinta. El número uno del mundo en tenis dio positivo en marzo de 2024 y tras una apelación de la AMA, aceptó una suspensión de tres meses, lo que le permitirá disputar los otros Grand Slams de la temporada.
Dos positivos iguales, dos castigos muy distintos
Tanto Sinner como Barquero dieron positivo en dos ocasiones. La diferencia clave, tal y como afirma la AMA, es que la versión de la patinadora sobre su exposición a la sustancia "no fue convincente". En un comunicado enviado a Associated Press, el organismo justificó que "la explicación de la Sra. Barquero no pudo ser corroborada con pruebas concluyentes". En cambio, en el caso de Jannik Sinner, la investigación confirmó que su propio fisioterapeuta le aplicó la crema sin que él lo supiera.
Laura Barquero y Marco Zandrón hicieron soñar a España en Beijing 2022 | OLYMPICS
Barquero, sin embargo, sostiene que la explicación de su positivo sí que fue validada científicamente mediante estudios capilares que demostraron la contaminación transdérmica. A pesar de ello, su castigo fue mucho más severo. "No me explico el segundo positivo. Se confirmó que fue una contaminación, pero aún así, la sanción ha sido brutal", declaró a la revista especializada en patinaje artístico Hielo Español.
El deporte estalla: "Ni coherencia ni transparencia"
La sanción de Sinner ha sido criticada por varias figuras del tenis que ven en ella un claro ejemplo de trato de favor. Por ejemplo, Novak Djokovic fue contundente: "La mayoría de los jugadores sienten que hay favoritismo. Parece que si eres un jugador de primer nivel y tienes acceso a buenos abogados, puedes afectar el resultado". En la misma línea, el suizo Stan Wawrinka y el australiano Nick Kyrgios se manifestaron: "Ya no creo en un deporte limpio" o "es un día triste para el tenis", comentaron.
El joven tenista español Carlos Alcaraz, por su parte, prefirió no hacer una valoración profunda sobre la sanción, aunque insistió en su creencia de que Sinner no actuó de forma intencionada. "Nosotros, juegue Jannik o no, intentamos hacerlo bien en cada torneo", comentó en declaraciones recientes para un reportaje del Diario AS.
Jannik Sinner levantando el US Open 2024 tras ganar a Taylor Fritz | EFE
El caso de Laura Barquero ha reabierto el debate sobre la falta de equidad en las sanciones por dopaje. La tenista rumana Simona Halep recibió unos cuatro años de suspensión por un positivo en roxadustat, que posteriormente fue reducido a nueve meses tras un proceso legal costoso. La polaca Iga Swiatek, exnúmero uno del tenis femenino, alertó sobre la desigualdad económica en estas batallas legales: "Los costos de un juicio en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) no están al alcance de todos los deportistas". Esta misma también fue sancionada posteriormente.
La propia AMA defiende que los casos de Sinner y Barquero no son comparables. "Si la Sra. Barquero no estaba de acuerdo con la sanción, podría haber llevado el caso al TAS", añadió el mismo organismo. Sin embargo, la realidad es que los procesos legales requieren inversiones millonarias, algo inalcanzable para muchos de los deportistas.
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Perhaps
19/02/2025 08:42
Es lo que pasa cuando el sistema sancionador se aleja del entorno de la justicia, cuando las "justicias particulares" asumen el poder sancionador sin aparecer por ningún lado la responsabilidad de las decisiones. En eso el deporte, todo el deporte, sea real o meramente autodenominado así, es culpable, cualquier organismo o federación sedicente deportiva, asume la exclusión de la justicia de sus decisiones. Critican la "ley de la mafia" , pero aceptan la ley de la federación. Así les va a los deportistas y al deporte.