Los analistas no lo tienen claro, aunque en el Draft de la NBA siempre hay sorpresas. Sin embargo, aunque suena frase manida, es muy cierto que el partido de su vida ya lo ha ganado Tyon Grant-Foster, un excelente base de la Universidad de Grand Canyon cuya historia no sería muy diferente a la de cualquier estrella universitaria que acaba su ciclo académico y sueña con llegar a la NBA. Lo que diferencia a Grant-Foster del resto es que sufrió dos ataques de corazón que estuvieron muy, muy cerca de acabar con su vida.
Ídolo en Grand Canyon
No hace demasiado, esta universidad militaba en la NCAAII, la segunda división universitaria en Estados Unidos. Su primera incursión en la élite, de la que no se han movido, fue en la 2013-14, con su estreno en la NCAAI de la mano de Dan Majerle, el histórico exjugador de la NBA que desde el banquillo dio solidez a los Antelopes. Ahora en 2024 han vivido su tercera presencia en la Locura de Marzo, el torneo nacional de la NCAA donde se dirime el campeón absoluto. Y por primera vez Grand Canyon ha superado la primera ronda, en su tercera presencia en este escenario. Liderados por Grant-Foster, tumbaron a Saint Mary's, para luego perder en la segunda ronda contra Alabama.
Casi no estuvo para contarlo
Era marzo de 2024, otro gran mes para Grant- Foster, como lo había sido marzo de 2023, cuando fue dado de alta por los médicos y le otorgaron carta blanca para volver a las pistas. Ahí decidió que su sitio era Grand Canyon y que quería apurar sus opciones y su ciclo universitario en un lugar en el que pudiera sacar lo que su corazón, literalmente, no le había dejado mostrar durante casi un año y medio.
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COMPRAR EN AMAZONDos veces al borde la muerte
Este base nacido en Kansas City en el año 2000 llegó precisamente a la Universidad de Kansas para la 2020-21, tras sus dos primeros cursos académicos en Indiana. En su destino natal no tuvo suerte y como muchos hacen, buscó su camino con un cambio de universidad. Voló hasta Chicago para unirse a De Paul, donde quizá las cosas podrían ir mejor. Pero en 2021, en el descanso de su primer duelo con ellos, alrededor del vestuario, colapsó. Su vida corrió serio peligro por unos problemas cardiacos que le tuvieron 10 días ingresado. Lejos de ser uno de los sustos que jamás se olvidan, tiempo después, en una pachanga, volvió a repetirse el drama. Operaciones y riesgo de muerte, lo último que parecía importar era si volvería al baloncesto. Pero 16 meses después de que todo se iniciase, en marzo de 2023, fue dado de alta.
NBA como horizonte... aunque no está en las quinielas del Draft
Con un desfibrilador de por vida, Grant- Foster no sólo volvía a las pistas tras dos años sin competir de verdad, lo que ya suponía un triunfo brutal, sino que lideraba a Grand Canyon a cotas jamás alcanzadas. Jugador del Año de la WAC Conference, entre otras distinciones individuales, sus promedios de 20.1 puntos en algo más de media hora por partido han sido esenciales para entender el éxito de los Antelopes.
"Siempre supe que podía hacer grandes cosas, pero había que demostrarlo", comentó hace unos días al saltar la noticia de que se presentaba al Draft de la NBA. Aquí, los principales portales y medios de comunicación especializados no le colocan entre los 60 elegidos o si lo hacen, le sitúan en una tardía segunda ronda (a partir del número 31).
Sentí que durante mi baja por enfermedad me convertí en mejor jugador. Pude ver mucho baloncesto. Verlo y no jugarlo te hace aprender mucho, porque aprecias cosas que no sueles ver dentro de la canchaTyon Grant-Foster
"Tiene el problema de la edad, 24 años en mayo. Por su tamaño es capaz de defender diferentes posiciones y jugar a la vez en diferentes puestos. Si mejora el tiro de tres no hay razón para pensar que no pueda al menos firmar en verano un contrato de prueba con alguna franquicia aunque no haya sido elegido en el Draft", apuntaba Sports Ilustrated en enero, antes de que su figura terminara de explotar en los meses finales de la competición.
"He decidido dar el siguiente paso en mi viaje", anunció Grant-Foster al apuntarse al Draft de la NBA, que tendrá lugar en junio. "Sentí que durante mi baja por enfermedad me convertí en mejor jugador. Pude ver mucho baloncesto. Verlo y no jugarlo te hace aprender mucho, porque aprecias cosas que no sueles ver dentro de la cancha".
Una historia de esas que tanto gustan en Estados Unidos, de drama y posterior alegría; de tragedia y posterior resurrección. La vida, en sí misma muchas veces. Y este es el capítulo que ha escrito y seguirá escribiendo Tyon Grant-Foster.
