Presume en estos días Florentino de ser un presidente ejemplar, como Laporta, por haber expulsado a "todos los ultras del Bernabéu". Lo cual es falso. Lo que hizo Florentino fue desperdigar a los radicales por el Bernabeú. La grada de animación fue trasladada al tercer y cuarto anfiteatro. Donde se ubican 23 peñas dirigidas por La Clásica, Primavera Blanca, Orgullo Vikingo y Veteranos, en esta última se integra la vieja guardia de los Ultras Sur, hasta 60, con el fundador Ochaíta al frente. Otros 200 fueron dispersados por el estadio y 30, los más violentos, fueron expulsados. Así que Florentino no ha echado a los ultras del Bernabéu, como sí hizo Joan Laporta, a costa de numerosas amenazas y el riesgo que supone enfrentarte a los más violentos.
En lo que no ha tenido dudas Florentino es en vetar a los medios que les resultan incómodos. A los mismos que desvelan las intrigas palaciegas de ese palco del Bernabéu de puertas giratorias y jeques. A quienes cuentan que ofrece un aguinaldo de 300 euros a los trabajadores de recogida de basuras para callarles porque doblan turnos y trabajan a deshoras. A los que publican sus maniobras con el Gobierno para cobrar 1.350 millones de euros de indemnización por el gaseoducto del Castor en menos de 40 días. A quienes revelan que los 'naming rights' del Bernabéu se han depreciado de 70 a 25 millones. A esos que adelantan sus intenciones de pasear el Real Madrid por Australia, un problemático mercado para ACS. Periodistas infieles al Florentinato que Pérez trata de acallar con una maniobra falta de "señorío y excelencia", esos valores del madridismo que el presidente promulga a los cuatro vientos desde Colombia a Costa Rica, pasando por Abu Dhabi, jugosos mercados del madridismo. Y de ACS...
Si el Real Madrid no fuera Florentilandia, tendríamos que pedir explicaciones al dircom Antonio Galeano (al que la prensa conoce como el 'Cuchara' porque ni pincha ni corta). Pero es mejor seguir investigando que perder el tiempo llamando al sucesor de Antonio García Ferreras. Según con quien hables, las excusas son variopintas: "no hay sitio en un partido ante el Cornellá" en el que se regalan entradas en los colegios para maquillar la asistencia, "los medios digitales no están contemplados" pero acreditan a blogs afectos al régimen... La mentira tiene las patas muy cortas. Y los ultras que usted ha ubicado en el tercer y el cuarto anfitetaro son un buen ejemplo, Florentino.
Seguiremos solicitando la acreditación y contando lo que pasa alrededor y dentro del Real Madrid. Seguiremos informando sobre sus decisiones como presidente del Real Madrid, ya sea cambiar el nombre del estadio contra la voluntad de los socios o pasear ministros por el palco del Bernabéu. Y no dejaremos de investigar su gestión al mando de ACS. Porque no todos los días puede seguirse de cerca a "un ser superior".