Sebastian Vettel (Red Bull), triple campeón del mundo de Fórmula 1 y vencedor del Gran Premio de Malasia, se disculpó por haber adelantado a su compañero, Mark Webber, y desoír las órdenes de su equipo. El australiano, muy enfadado, dedicó una peineta a su compañero.
Vettel se impuso en el trazado malayo después de no hacer caso a Christian Horner, director de Red Bull, y librar una ardua batalla con Webber por el primer puesto de la clasificación. "Me he equivocado. Me gustaría tener una buena excusa sobre mi comportamiento, pero no la tengo. Entiendo el enfado de Mark y del equipo por lo que hice. Debo una explicación a toda la escudería e intentaré hacerlo luego", indicó Webber, en unas declaraciones publicadas por Red Bull al término de la carrera.
"Mark y yo estamos acostumbrados a pelear y a juntar los bólidos, pero estando los neumáticos como están y desconociendo cuánto durarán, fue demasiado arriesgado desoír las instrucciones del equipo de mantenerme segundo", explicó el tricampeón mundial. Webber y Vettel, que sumó su vigésimo séptima victoria en Fórmula 1, estuvieron a punto de colisionar en más de una ocasión cuando el joven astro alemán intentó sobrepasar al australiano, líder de la carrera hasta ese momento.
"Podríamos haber finalizado octavo y noveno después de destrozar los neumáticos en esa vuelta. Puse mis intereses personales por encima de los del equipo y fue un error. No estoy contento con mi acción y pido perdón. Si pudiera volver atrás, lo haría", concluyó Vettel.
Su compañero de equipo, el australiano Mark Webber, de 36 años, se mostró "contento" por su conducción, pero aseguró estar "decepcionado con el resultado final" del gran premio. "Creo que Sebastian (Vettel) me tiene un gran respeto. Yo también lo respeto a él, pero creo que no hizo lo correcto. Desafortunadamente no hay un botón para rebobinar lo sucedido, pero ahora tenemos tres semanas hasta el siguiente gran premio para pensar y evaluar lo que ha pasado hoy", añadió el veterano piloto australiano.
El director de la escudería austríaca, Christian Horner, destacó, "por encima de todo", la "espectacular actuación del coche y los operarios". "Hay un gran debate sobre todo lo sucedido al final de la carrera. Nosotros lo que queríamos era conservar los neumáticos y los coches intactos y llegar a la bandera a cuadros sumando los máximos puntos posibles", dijo Horner.
"Sin embargo, a veces los intereses personales de los pilotos pueden chocar con los de las escuderías. Sebastian decidió no hacer caso a las instrucciones. Lo sucedido hoy no debería haber pasado y es algo que se tratará dentro del seno del equipo", concluyó el director de la escudería austríaca.