Hace unos días, el periodista Juan Pedro Martínez publicaba en 'El Periódico de Catalunya' cómo su hija fue discriminada por ser del Espanyol en un acto del colegio en el que todos los niños debían llevar el chándal de su equipo. Niños y niñas jugaban entre ellos, menos ella porque era la única perica. Lo peor de todo fue que los profesores no le dieron ninguna importancia.
Se habla mucho sobre la discriminación del castellano, pero no es nada comparable con la discriminación por no pensar y no actuar como la mayoría. Hoy en día, en Cataluña no se puede pensar diferente porque entonces no formas parte del sistema. Si no piensas como todos, es como si no existieras.
A los niños en los colegios se les enseña el himno del Barça y se les obliga a ir al museo del Barça. Puedes pensar diferente, pero si eso sucede, estás mal visto. Los últimos años del Barça han sido increíbles. Tanto desde el punto de vista deportivo como sociale de marketing o empresarial.
El Barça ha sido un ejemplo en el que mirarse, aunque no por ello todos deben ser culés . En Cataluña no ser del Barça está tan mal visto y es sinónimo de no ser catalán.