El equipo canario llegó al tiempo añadido ganando por 1-0gracias a un gol de Apoño en el minuto 48. Sin embargo, a falta de un minuto para el final, los aficionados amarillos no aguantaron hasta el final del tiempo reglamentario para celebrar el ascenso de su equipo. Cientos de hinchas canarios se lanzaron al terreno de juego y comenzaron una invasión de campo que obligó al colegiado a parar el choque.
Aprovechando la interrupción, el 'Chapi' Ferrer mandó a sus hombres arriba en busca de una última jugada que obrara el milagro cordobés. Y finalmente llegó, un error en la zaga local dejó solo a Raúl Bravo en el segundo palo y tras rematar a placer un disparo despejado por Barbosa, apareció Ulises Dávila para empujar el balón a las redes y llevar el drama a las gradas.
Miguel Ángel Ramírez, presidente de Las Palmas, es el propietario de la empresa que se encarga de la seguridad del estadio de Gran Canaria
Quedaba un minuto por jugarse, pero el árbitro decidió dar por terminado el encuentro. Los jugadores visitantes no tuvieron tiempo para celebrar el ascenso y se apresuraron a entrar en los vestuarios escoltados por la Policía, mientras que los locales se lamentaban de la ocasión perdida sobre el campo.
Junto a ellos, los aficionados en las gradas comenzaron una batalla campal contra los presentes en el terreno de juego que obligó a los cuerpos de seguridad presentes en el verde gran canario a echar por la fuerza a los hinchas canarios y zanjar la revuelta. Un triste final para el sueño canario.
"Son una minoría, pero por ellos la Unión Deportiva Las Palmas ha perdido algo que tenía en sus manos", dice el máximo dirigente del club canario
Miguel Ángel Ramírez, presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, lamentó a pie de campo el desenlace del play-off de ascenso. Ramírez, propietario precisamente de la empresa que se encarga de velar por la seguridad en el estadio Gran Canaria, felicitó a su rival, pero no pudo disimular su disgusto. "Teníamos mucha ilusión por subir, pero hay gente que no respeta las normas. Son una minoría, pero por ellos la Unión Deportiva Las Palmas ha perdido algo que tenía en sus manos".
Según explicó el máximo dirigente de club canario, "el árbitro me dijo que iba a suspender el partido y que sólo quedaba un minuto y medio. Felicito al Córdoba y a su afición. Los aficionados se estaban tirando desde una grada que está a seis metros del suelo".
"La Policía es la que tiene que tomar ahora medidas. Nosotros hemos puesto todo de nuestra parte para que esto no suceda", dijo Ramírez. "Habíamos ganado el partido en la grada, pero este final es una pena. Nos fastidia una temporada en la que teníamos mucha ilusión", concluyó.