Llevaba algunos meses siendo un secreto a voces. El interés del base madridista Sergio Rodríguez por no retirarse sin probar de nuevo suerte en la NBA era algo sobradamente conocido por su entorno más cercano, y sólo faltaba saber cuándo se aventuraría otra vez el tinerfeño a cruzar el charco. Según algunas informaciones, ese momento ha llegado.
Ha sido en Onda Cero donde la liebre ha saltado. Según 'Radioestadio', el canario, de treinta años, pondría fin a su etapa de cinco años en el Real Madrid, con el que ha ganado todos los títulos posibles, para sondear su fichaje por la que sería su cuarta franquicia de la mejor liga del mundo, ya que en su día se desempeñó en Portland, Sacramento y Nueva York.
El 'Chacho' se fue en su día frisando la veintena a la NBA, sin demasiada suerte en ninguno de sus tres destinos debido a su inmadurez deportiva. El poso que su juego ha cogido a día de hoy, tras ser líder de un equipo puntero en el baloncesto FIBA, disipa las dudas de muchos General Managers, entre los que se encuentra Sean Marks, responsable de la parcela deportiva de los Brooklyn Nets, plantel que ahora parece el más interesado.
Los capitalinos llevan un tiempo peinando el baloncesto europeo en busca de un base, una de las grandes carencias de su plantilla tras la lesión de Jarrett Jack, titular durante el curso pasado. Nombres como los de Nando de Colo, Malcolm Delaney o Milos Teodosic han sido relacionados con la franquicia, pero los del Barclays Center tienen más clara en su agenda, en estos momentos, la opción del español.
Rodríguez tiene contrato con el Real Madrid hasta 2018 y una cláusula de rescisión que prácticamente quintuplica el máximo legal que una franquicia NBA puede desembolsar por un traspaso (unos 600.000 euros). Otras opciones de acomodo para él parecen ser los Denver Nuggets o los Atlanta Hawks, si bien lo que parece claro es que el madridista deberá rascarse el bolsillo si quiere colmar sus aspiraciones de poder volver a jugar en tierras norteamericanas.
A partir del 1 de julio, cuando abra fuego la locura del mercado de agentes libres en el territorio de los Stephen Curry o LeBron James, conoceremos el desenlace.