El Real Madrid busca coronarse como campeón del Mundialito ante el San Lorenzo de Almagro. El equipo de Florentino Pérez, el ser superior, ante los cuervos del Papa Francisco. Un duelo a las puertas del cielo futbolístico marcado por ls maniobras de los argentinos para evitar que el partido fuera dirigido por un árbitro europeo.
Los de Carlo Ancelotti disputan su quinta final, la cuarta a partido único, en ocho meses. La primera fue en abril en la Copa del Rey ante el FC Barcelona, título al que siguió el de la Liga de Campeones en mayo ante el Atlético y la Supercopa de Europa en agosto ante el Sevilla, mientras que se escapó, a doble partido, la Supercopa de España ante los de Diego Pablo Simeone.
Ahora, el tercero al que opta gracias a su agónica conquista en Lisboa le falta en su palmarés y se presenta engañoso, con un rival, San Lorenzo, campeón de la Libertadores por primera vez en su historia, que está deseoso de demostrar la competitividad del fútbol argentino para que Sudamérica sonría meses después de ver como Europa ganaba el Mundial por primera vez en su territorio y con Argentina perdiendo la final ante Alemania.
Tradicionalmente, los ganadores de la Libertadores ven este torneo como la posibilidad de revalorizarse ante la pujanza económica y potencial de los equipos europeos. Por ello, el peso y la responsabilidad son para el Real Madrid, que deberá saber tratar con este aspecto y no caer en el exceso de precipitación para desarmar a los de Edgardo Bauza.
El diez veces campeón de Europa tampoco se debe dejar engañar por el sufrimiento de San Lorenzo en su semifinal ante un modesto como el Auckland City, ante el que se desgastó más con una prórroga y menor tiempo de descanso que el conjunto blanco, que tuvo un más plácido estreno ante el Cruz Azul y que ha dispuesto de 24 horas más de descanso.
Todo hace indicar que Ancelotti repetirá el once con el que se impuso a los campeones de la CONCACAF, aunque hasta última hora, y tras hablar con todas las partes implicadas, decidirá sobre la participación de Sergio Ramos, 'tocado' tras la semifinal, pero que parece complicado que se quede fuera de este partido para formar pareja con Pepe, objeto de las palabras del presidente de San Lorenzo, Matías Lammens, a la hora de ser preguntado sobre el posible exceso de intensidad que puedan desplegar los suyos para contrarrestar el fútbol madridista. La otra duda que puede tener el técnico italiano es en el mediocampo. Sami Khedira y James Rodríguez ya están recuperados y le podrían disputar el puesto a Asier Illarramendi.
Arriba no habrá cambios con el 'tridente' formado por Gareth Bale, Karim Benzema y un Cristiano Ronaldo motivado en busca de su segundo Mundial de Clubes. El de Madeira no marcó ante el Cruz Azul y solo acumula un gol en sus participaciones, por lo que buscará ser protagonista.
Por su parte, San Lorenzo de Almagro, equipo del que es fiel seguidor el Papa Francisco, opondrá, tal y como confirmó Edgardo Bauza en la previa, el mismo once que ante el Auckland City con la presencia de Néstor Ortigoza, pese a que el centrocampista anda con problemas en el tendón de Aquiles.
Este, junto a Juan Mercier, es el mejor jugador del 'Ciclón' y ambos serán los encargados de poner orden y control en un equipo que parece que dará un paso atrás para contener, dada la mayor debilidad de una línea defensiva liderada por el experto Mario Yepes, el mayor talento del rival. De todos modos, el técnico de los 'Cuervos' dejó claro que aunque no presionarán arriba tampoco renunciará a jugar cuando disponga del balón.
REAL MADRID: Casillas; Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo; Kroos, Illarramendi, Isco; Bale, Benzema y Cristiano.
SAN LORENZO DE ALMAGRO: Torrico, Buffarini, Yepes, Kannemann, Mas; Mercier, Ortigoza, Kalinski; Barrientos, Verón y Cauteruccio.
ÁRBITRO: Walter López (GUA).
ESTADIO: Gran Estadio de Marrakech.
HORA: 20.30/Telecinco.