“Ha sido el primer día que me he sentado con él y que hemos charlado, y la impresión ha sido muy buena. Nos llevaremos bien”. El 15 de enero de 2007 Lewis Hamilton (27 años) pareció impresionado por la pasión de más de 200.000 personas que tomaron las calles de Valencia para asistir en directo a la presentación de la escudería McLaren. El joven inglés escenificó el papel de novato aprendiz al lado de Fernando Alonso (30 años), ídolo local y entonces recién proclamado bicampeón del mundo.
La calma duró dos meses. Los que tardó Lewis en debutar en F1. Encadenó nueve podios, se aupó al liderato del Mundial justo por delante de Alonso y Ron Dennis, entonces director de McLaren, fue incapaz de manejar a sus dos pupilos. Al contrario. Y la impostada calma explotó sin solución en la sesión de calificación del GP de Hungría.
"La impresión ha sido muy buena, nos llevaremos bien”, dijo Lewis tras conocer a Fernando en 2007
Dada la igualdad entre ambos, McLaren había optado por repartir la vuelta extra de la que gozaban en la sesión decisiva del sábado. Es decir, se turnaban en cada Gran Premio. En Hungría el afortunado era Alonso, pero Hamilton quiso saltarse lo estipulado. En los minutos finales Fernando entró en el pitlane para poner gomas limpias y realizar la mencionada vuelta extra. De pronto vio a Hamilton detrás, esperando para cambiar también neumáticos y, por tanto, para salir e intentar hacer un último giro que no le correspondía. Cuando el hombre de la piruleta le dio paso, el asturiano no arrancó ante el asombro y la desesperación de su compañero. Alonso logró la pole y Lewis, impotente, vio como se acababa el tiempo antes de poder completar una última vuelta. El inglés gritó su rabia por radio y una inequívoca advertencia a Dennis: “No me puedes hacer esto a mí”.
Anthony, padre de Hamilton y famoso por su afán de protagonismo, denunció la maniobra de Alonso y los comisarios le sancionaron con la pérdida de cinco puestos en la parrilla. Hungría probablemente le costó el título al ovetense y, con toda seguridad, a McLaren. La tensión entre los dos pilotos se tornó insostenible, los medios de comunicación británicos y españoles la alimentaron en cada curva y la que apuntaba a trayectoria exitosa de Fernando en una de las grandes e históricas escuderías acabó con su huida precipitada a la conclusión del campeonato.
Aquel caluroso sábado de agosto de 2007 en Hungría Lewis se convirtió en el enemigo número 1 de la mayoría de aficionados españoles. La inquina creció cuando se proclamó campeón del mundo en 2008 y se mantuvo en los años más agresivos del inglés, envuelto siempre en polémicas con otros pilotos y comisarios.
Tras la lograda en el GP de Alemania, Alonso supera en una pole a Hamilton: 22 y 21 respectivamente
Con el paso de los años, la relación de Alonso y Hamilton se ha normalizado hasta rozar cierta afinidad. Les une la admiración que se profesan uno al otro por su incuestionable talento y, sobre todo, la alianza invisible que mantienen desde 2010 en el intento de derrocar el abrumador dominio de Vettel y su Red Bull en los dós últimos mundiales.
Cada vez que puede, Fernando Alonso recuerda que el culpable de lo sucedido en McLaren no fue Hamilton sino los rectores del equipo, y menciona siempre a su excompañero como el rival más peligroso sobre la pista. Aún así, para buena parte del público español Hamilton sigue siendo el malo, papel que incluso le ha dado para protagonizar un original e irónico anuncio. En Hockenheim cumple 100 grandes premios como enemigo del alma.
ALONSO HAMILTON
Títulos 2 (2005 y 06) 1 (2008)
GP 186 99
Victorias 29 18
Poles 22 21
Podios 78 46
Vueltas rápidas 19 11
Puntos 1.215 815
Debut en F1 2001 2007