La estadounidense Serena Williams derrotó en la final del torneo de Wimbledon a la polaca Agnieszka Radwanska por 6-1, 5-7 y 6-2 en dos horas y dos minutos y sumó su quinto título en el All England Club.
La estadounidense, cabeza de serie número seis, volvió a mostrar ese tenis agresivo y poderoso tan propio de las hermanas Williams que les ha llevado a conseguir, desde el año 2000, diez títulos de Wimbledon entre ambas.
Serena saltó a la pista central del All England Club seria, concentrada y con mirada amenazante, sin dejarse impresionar por un escenario que conocía a la perfección y sabiendo que tendría que poner en práctica su mejor tenis para superar a una rival a la que había superado en sus dos enfrentamientos previos, en el Abierto de Berlín y en Wimbledon, ambos en 2008.
Sin embargo, mucho tiempo ha pasado desde 2008 y Radwanksa, que por entonces tenía 18 años, ahora suma 23 y es la tercera en el ránking mundial de la WTA.
En un inicio de partido donde la tenista de Cracovia parecía aturdida por la gran expectación y por la enfermedad que lleva arrastrando los últimos días, Serena comenzó como un torbellino, sin dar opción ninguna a su rival y mostrando su amplio repertorio de golpes.
Desde el fondo de la pista, ya desgastado por las dos semanas de competición, la menor de las Williams y Radwanksa disputaban largos intercambios de golpes, más propios de Roland Garros que de la rápida hierba londinense.
Serena no cedía su servicio y rompía el de su rival, muy dubitativa con el suyo y fallando muchos primeros, circunstancia aprovechada de forma magistral por la estadounidense que, a los 22 minutos, lideraba el marcador por un cómodo 4-0.
La estadounidense mantuvo su tenis imperial y poderoso y, a los 36 minutos, se hizo con el primer set por un cómodo 6-1.
Derechas, reveses, subidas a la red, saques directos, Serena se encontraba cómoda sobre la hierba de la pista central y puso en práctica un recital de golpes que recordaron a esa jugadora que llegó a liderar el ránking y a asombrar al mundo en 2002 y 2009.
Sin embargo, al concluir el primer set, la lluvia volvió a hacer acto de presencia en el suroeste de Londres y la organización del torneo decidió interrumpir temporalmente la final.
Tras volver de los vestuarios veinte minutos después, los más de 15.000 aficionados presentes en la central disfrutaron de una Radwanska más centrada y con más respuestas al agresivo tenis de su rival.
Serena continuaba su alto ritmo de saques directos (siete, en el segundo set), pero la tenista de Cracovia se fue asentando en el partido hasta el punto de romper el servicio a su oponente en dos ocasiones y hacerse con la segunda manga por 7-5.
Animada por el público, la polaca defendía bien su saque y respondía con acierto a los ataques de la estadounidense en un tercer set donde apareció la Radwanska que asombró a todos en la presente edición de Wimbledon.
Sin embargo, mermada por sus problemas respiratorios y por el fuerte ritmo de la estadounidense, la de Cracovia no fue capaz de mantener el mismo nivel de tenis que en la segunda manga y cedió ante el ímpetu de la estadounidense, que se acabó llevando el tercer set por un cómodo 6-2.
Con esta victoria, la menor de las Williams vuelve a coronarse reina de Wimbledon y suma su quinto entorchado en el All England Club igualando así a su hermana Venus, que logró el título en 2000, 2001, 2005, 2007 y 2008.