Los incidentes se registraron en el estadio Arena de Joinville en un partido decisivo para ambos equipos debido a que el Atlético Paranaense necesita la victoria para clasificarse a la Copa Libertadores y el Vasco da Gama también para huir del descenso a la segunda división.
El enfrentamiento, con brutales imágenes de violencia transmitidas por la televisión, comenzó poco después de que el Atlético Paranaense se fuera en ventaja con un gol tempranero.
El enfrentamiento hizo necesaria la intervención de la policía militar y los bomberos, incluyendo el aterrizaje en el césped de un helicóptero militar para la evacuación de al menos unos de los heridos.
La violencia de las peleas fue tal que varios jugadores de ambos equipos, impotentes, lloraron sobre el césped. Entre ellos, Luiz Alberto, exjugador de la Real Sociedad y actualmente en el Paranaense: "Hemos pedido que paren, pero no nos escuchan".
Los árbitros suspendieron provisionalmente el compromiso y lo reanudaron una hora después, cuando la policía informó de que la seguridad estaba garantizada, pese a la negativa del presidente del Vasco de Gama, Roberto Dinamita: "Por mí no se seguiría jugando, pero no puedo retirar a mi equipo de la competición".
Finalmente, el Vasco da Gama perdió 5-1 y se va a Segunda, igual que el Fluminense campeón brasileño del año pasado y que celebrará los 112 años de su fundación en la categoría de plata.