Victor Wembanyama, número 1 del Draft de la NBA de 2023. Durante los últimos tiempos ha habido números uno del Draft de la NBA muy cantados, como el de LeBron James en 2003 o más recientemente, por no extendernos en demasiados ejemplos, el de Zion Williamson, en 2019. Ahora, los San Antonio Spurs han sido agraciados con el premio gordo de llevarse ahora a un Victor Wembanyama del que dicen, decimos, dominará el mundo del baloncesto.
En todo este proceso de selección del galo, quien desde sus imponentes 221 centímetros es capaz de manejar el juego del baloncesto como si de un base de 1,90 metros se tratara, lo más importante no estaba en saber si sería la primera elección del Draft, algo que se sabía al 100% desde hace muchos meses. No, la clave de la emoción hay que buscarla en mayo, en la Lotería del Draft, evento en el cual los catorce equipos que no entran en las eliminatorias por el anillo participan en un sorteo para determinar las primeras catorce elecciones. A grandes rasgos, cuanto peor quedes en la Temporada Regular mayores serán tus posibilidades de optar al número 1, porque tienes más ‘papeletas’ en el sorteo. San Antonio, junto con Detroit y Houston, tenía el mayor porcentaje de posibilidades (las tres franquicias un 14%) de abrazar el número 1. La suerte sonrió al plantel dirigido por Gregg Popovich, una entidad que por tercera vez elegirá primero en el Draft, tras hacerlo en 1987 con David Robinson y en 1997 con Tim Duncan. En ambos casos, esas elecciones terminaron por cambiar el rumbo de la franquicia y no parece que con Victor Wembanyama vaya a ser distinto.
Destinado a someterlos a todos
De Wembanyama se ha hablado mucho y se ha visto también. Quien haya querido ha podido observar al galo en algún momento de su todavía corta carrera, sobre todo porque la NBA, desde su app, abrió los partidos del francés con su último club, Metropolitans 92 (de la competición nacional francesa), y los dejó gratis, en la idea de ir vendiendo el producto, algo que se les da muy buen al otro lado del Atlántico. El ‘hype’ de Wembanyama no es impostado. No es humo.
Wembanyama es un tipo de jugador diferencial y que tumba cualquier idea, cada vez más estancada, de que un jugador alto no es móvil. Sin embargo, lo del flamante nuevo jugador de San Antonio no es movilidad, es otra cosa. Es un concepto de juego y de dominio, que deberá trasladar al brutal mundo de la NBA, que no se había visto en un jugador de su altura. Para que se hagan una idea de lo que mide, es apenas 10 centímetros más bajo que Manute Bol y tres menos que Boban Marjanovic, quien este curso ha tenido un paso testimonial por los Rockets. A ellos sólo se parece en la altura, porque el resto es de otra generación, de otro tipo de jugador, de otro tipo de cuerpo. Se mueve como si midiera 20 centímetros menos con la ventaja que le da superar los 2,20 metros. Aterrador.
Hoja de ruta clara
Wembanyama jugará con los Spurs las Ligas de Verano de la NBA, escenario donde se juntan novatos, jugadores de otros años, buscavidas en persecución de alguna oportunidad, nombres que necesitan esas semanas de trabajo para hacer currículum... La competición estival curtirá al galo en sus primeros pasos en la NBA, para después ir adquiriendo vuelo en el ‘training camp’ de los Spurs y a las órdenes de Gregg Popovich, coleccionista de anillos con San Antonio y entrenador con más victorias en la historia de la NBA; y definitivamente atraer a todos los focos, si no lo ha conseguido durante el verano (¿irá al Mundial de baloncesto con Francia?) el día de su debut como profesional, en la segunda quincena de octubre. Ese día se marcará el momento definitivo en el que comenzará una nueva era en la NBA, la del exponente de una nueva generación, de otro tipo de perfil diferente, que está marcado y señalado para ser el nuevo jefe de la NBA.
El salario en San Antonio
Wembanyama se ha presentado al Draft a sus 19 años, justo a la primera ocasión que ha tenido, porque la NBA desde hace unos años obliga a los jugadores que quieran formar parte de su liga a tener 19 años mínimo o estar en el año natural en que los cumple. El francés ha llegado a la ceremonia celebrada en New York con los 19 años cumplidos (nacido el 4 de enero de 2004) y tras perder el título de la Liga de Francia a manos del Mónaco. Wembanyama buscó en el Metropolitans 92 un cobijo más cómodo, alejado de la Euroliga y de tanto ritmo, para preparar mejor el curso 2022/23, el de obligado cumplimiento fuera de la NBA hasta llegar a la frontera de los 19 años.
Al ser número 1, Wembanyama firmará un contrato completamente garantizado por dos años. El primero de ellos cobrará 11,9 millones de dólares y en el segundo 12, 5 millones de dólares. Como primera ronda del Draft (elecciones del 1 al 30), firma bajo la Escala Salarial de Rookies, que establece dos años garantizados por una determinada cantidad (mayor cuanto más alta sea la posición en la que sales elegido) y deja el tercer y cuarto curso como opción para la franquicia. Nada hace presagiar que los Spurs no renueven automáticamente el contrato a Wembanyama llegado el momento, por lo que el jugador recibirá 13,1 millones de dólares por el tercer año y 16,6 millones por el cuarto. Lo que venga después, que vendrá, serán renovaciones millonarias y seguramente por el máximo, con cantidades que podemos poner ahora sobre la mesa como esbozo, pero que quizá confundirían más al lector. Igualmente, la suma de dinero siempre será mucho mayor que los 400.000 dólares que viene de recibir en los Metropolitans, con los que ha sido el MVP de la Pro A francesa, la competición nacional del país galo.
Los Spurs se lo quedarán
No hay duda. Hay ocasiones en las que se negocia con primeras rondas del Draft o en la que se pacta selecciones que luego van a otro lugar (Pau Gasol fue elegido por los Hawks en 2001 pero estaba sellado que sería enviado automáticamente a Memphis; con Luka Doncic se desarrolló algo parecido en 2018). Nada de eso va a suceder en este caso, porque San Antonio no sólo quiere Wembanyama como pieza para la reconstrucción de una de las franquicias más laureadas de la NBA, sino que el valor de la propia entidad subirá cientos de millones. Todo, porque un día, ese 14% de que te toque el gordo, se convierte en tu mejor suerte. El camino de Wembanyama ya ha comenzado.